En una noche mágica para el fútbol colombiano, Once Caldas selló su pase a los cuartos de final de la CONMEBOL Sudamericana tras imponerse 3-1 sobre Huracán en Buenos Aires. Con un global de 4-1, el conjunto de Manizales mostró jerarquía, temple y una eficacia demoledora que lo catapulta a una instancia donde pocos lo esperaban al inicio del certamen.
El partido comenzó con tensión y emociones desde el primer minuto. Huracán buscaba revertir el 1-0 en contra de la ida, y parecía encaminado a lograrlo cuando Matko Miljevic abrió el marcador de penal al minuto 39. Sin embargo, la alegría duró apenas segundos: Dayro Moreno, histórico goleador del equipo colombiano, empató al minuto 40 con una definición precisa y silenció el estadio.
La expulsión de Juan Bisanz al filo del descanso fue el golpe psicológico del que Huracán nunca se recuperó. Con un hombre menos y la presión de marcar al menos dos goles más, el equipo argentino se desdibujó ante un Once Caldas paciente, sólido en defensa y letal en ataque. Michael Barrios, con una jugada individual a los 65 minutos, anotó el segundo tanto visitante que terminó de encaminar la serie.
El propio Dayro Moreno, figura indiscutida del encuentro, selló el marcador con su doblete al minuto 88. Con ese gol, el veterano delantero alcanzó los 6 tantos en el torneo y se consolidó como una pieza clave en la histórica campaña del club manizaleño. Su liderazgo y experiencia fueron fundamentales para neutralizar la presión de un estadio que empujaba a Huracán hacia una remontada que nunca llegó.
El segundo tiempo también dejó la expulsión de Matko Miljevic a los 73 minutos, lo que terminó de hundir a un Huracán que cerró el partido con nueve hombres. La frustración se apoderó del equipo argentino, incapaz de responder al carácter mostrado por un Once Caldas que nunca perdió el control del encuentro, ni en lo futbolístico ni en lo anímico.
Esta clasificación no solo representa un triunfo para el equipo, sino también un renacer para una institución que supo ser campeona de América en 2004 de Copa Libertadores y que llevaba años sin figurar en competencias internacionales. El proyecto liderado por el cuerpo técnico y potenciado por jugadores con experiencia está dando frutos, y la hinchada vuelve a soñar con una nueva hazaña continental.
Con la confianza por las nubes, Once Caldas ya espera rival en los cuartos de final. Más allá de quién toque en la próxima ronda, el mensaje es claro: el Blanco-Blanco ha vuelto y está decidido a pelear por el título. En una Copa plagada de gigantes, el equipo de Manizales ha demostrado que el corazón, el orden y el talento también pueden escribir páginas doradas.




