En el marco de los octavos de final de la Copa Sudamericana, Once Caldas visitará esta tarde a Huracán en el estadio Tomás Adolfo Ducó, en Buenos Aires. El encuentro, programado para las 5:00 p.m. (hora colombiana), será el segundo y definitivo duelo de la serie, en la que el conjunto de Manizales llega con una ventaja mínima de 1-0 obtenida en la ida.
El equipo colombiano, dirigido por su cuerpo técnico con gran expectativa, sabe que el reto será de máxima exigencia. Jugar en suelo argentino nunca ha sido fácil, y menos aún cuando se trata de instancias internacionales. Sin embargo, la plantilla ha mostrado confianza en mantener la concentración y aprovechar los espacios que pueda dejar el conjunto local en su afán de revertir la serie.
Huracán, por su parte, afronta el compromiso con la presión de tener que remontar en casa. El “Globo” intentará hacerse fuerte ante su afición y buscará un gol tempranero que le devuelva la confianza. La clave para los argentinos será no desesperarse y mantener el equilibrio, ya que un tanto de Once Caldas complicaría seriamente sus aspiraciones.
Para el cuadro albo, la prioridad será mantener la solidez defensiva que le permitió dejar su arco en cero en Manizales. La figura del arquero, junto al orden de la zaga, se presentan como determinantes en un partido en el que la paciencia y el control de los nervios pueden marcar la diferencia. Además, la velocidad de sus atacantes podría convertirse en un arma letal en los contragolpes.
La hinchada manizaleña sigue expectante desde Colombia, consciente de que este duelo podría devolver al equipo a los cuartos de final de un torneo internacional después de varios años. La ilusión de volver a brillar en el continente se siente en cada rincón de Manizales, donde las banderas blancas y verdes ya se hacen visibles en señal de apoyo.
Históricamente, los equipos colombianos han tenido encuentros complejos en territorio argentino, pero Once Caldas ya sabe lo que es dar golpes de autoridad fuera de casa. Ese recuerdo alimenta la esperanza de conseguir una nueva gesta y seguir avanzando en la Sudamericana, un torneo que ha ganado prestigio en los últimos años.
El pitazo inicial marcará no solo el inicio de un partido, sino la posibilidad de escribir una nueva página en la historia del club. Once Caldas tiene la oportunidad de reafirmar su nombre en la escena internacional y demostrar que está preparado para soñar en grande. El desafío está servido: resistir la presión en Buenos Aires y confirmar su clasificación a la siguiente ronda.
