Otra vez el mundo está temeroso por la nueva variante que surgió en Sudáfrica y que tiene más de 30 mutaciones. Hoy la OMS terminó la reunión de urgencia a la citó luego de que fueran detectados varios casos.
La Organización Mundial de la Salud clasificó el viernes la nueva variante del COVID-19 como virus altamente transmisible y preocupante. La OMS la denominó “Omicron”.
Los expertos de OMS médicos temen lo peor y advirtieron contra cualquier reacción desproporcionada antes de que se entienda mejor la variante que se originó en el sur de África, pero un mundo nervioso temía lo peor casi dos años después de que surgiera el COVID-19 y desencadenara una pandemia que ha matado a más de 5 millones de personas en todo el mundo.
B.1.1.529, como es denominada de momento, se propagó de manera acelerada e incontrolada estos últimos días. Principalmente entre los jóvenes de Gauteng, la provincia que incluye dos de las más grandes ciudades del país, Pretoria -la capital- y Johannesburgo.
Sudáfrica logró estabilizar su registro de nuevos casos de coronavirus a un poco más de 200 al día.
En los últimos días, el recuento se duplicó y pasó a 2.465 nuevos positivos registrados, según el último informe del Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (NICD).
Ante la alerta mundial la Unión Europea y varios países han decidido cerrar sus fronteras para evitar un contagio mayor.
Esta noticia desplomó las bolsas y obligó a que los científicos empezar estudios para ver si las vacunas actualmente existentes son resistentes a esta nueva mutación.
El secretario de Salud británico, Sajid Javid, dijo a los legisladores que la nueva versión puede ser más transmisible que la variante delta y hacer que las vacunas sean menos efectivas. “Debemos actuar con rapidez y lo antes posible”, dijo Javid.
Aún no se conoce si hay síntomas más graves y al igual que otras variantes, los infectados no presentaron síntomas, dijeron expertos sudafricanos.




