¿Qué pasa con los jóvenes y la música tradicional del Tolima?
El pasado fin de semana en la ciudad de Ibagué se realizó la inauguración de uno de los eventos más importantes para el Tolima el festival ‘Mangostino de Oro’ Un festival que ha deseado preservar las tradiciones musicales del Tolima así lo mencionó Carlos Pardo escritor y periodistas ibaguereño, una oportunidad para que todas las personas puedan disfrutar de él pero ¿Qué pasa con los jóvenes que han dejado de lado los bambucos, pasillos y rajaleñas?
Evento

El teatro Tolima cerró las puertas en las horas de la noche para dar inicio a este gran concierto, a lo lejos se empezó a escuchar una que otra cuerda de aquellas guitarras o tiples las cuáles iban a acompañar a los ganadores de la versión 2023, expresó Pardo, una de las preocupaciones ha sido como la cultura tradicional musical se ha disminuido, son muy pocos los jóvenes que aún conservan aquella delicadeza de escuchar cada nota y de sentirse orgullosos de ellas.
En el evento participaron estudiantes del conservatorio y demás artistas tolimenses, en medio del ir y venir del evento se lograba percatar como el público que estaba allí solo eran adultos, algo triste afirmó Pardo pues dónde queda aquella palabra de ciudad musical cuando los jóvenes no hacen parte de estos espacios, cuando no son fuente promotora para impulsar los ritmos tolimenses, aquella noticia hace que se perciba como la industria musical de la actualidad ha causado un gran impacto en las personas tan así que poco a poco han apartado la música folclórica.
Llamado
En la actualidad, la declaración de nuestra ciudad como «Ciudad Musical» está perdiendo relevancia, y parece que no estamos tomando medidas para revitalizar nuestra herencia y generar nuevas oportunidades culturales, económicas y sociales a partir de ella. Los jóvenes, que no han experimentado la época dorada de nuestra tradición musical, tienden a desconocer y a dudar de la autenticidad de nuestro estatus, así lo manifestó Carlos Pardo, por otro lado él mencionó que es importante que la ciudad se enfoque en revitalizar aquel legado cultural y atraer a las nuevas generaciones, siguiendo el ejemplo de ciudades como París, Barcelona y Florencia. No podemos quedarnos de brazos cruzados, resignados a ver cómo nuestra rica tradición se desvanece en el olvido.



