La comunidad del barrio Emilio Botero, ubicado al oriente de la ciudad de Pasto, ha encendido las alarmas frente a una preocupante situación que viene afectando su seguridad y tranquilidad: el robo sistemático de tapas de alcantarilla. Este fenómeno, que inicialmente parecía aislado, se ha convertido en una amenaza latente que pone en riesgo la vida de peatones, motociclistas y conductores.
Richard Gómez, habitante del sector y vocero espontáneo de la comunidad afectada, denunció públicamente estos hechos y exhortó a las autoridades municipales y policiales a tomar cartas en el asunto. “Cada semana se roban varias tapas. Estas tapas no son solo un elemento urbano, son una protección vital para todos los que transitamos por estas calles. Ya hemos tenido accidentes de motos y bicicletas por estas trampas abiertas”, afirmó Gómez.
Versiones
Según versiones de los vecinos, los delincuentes actúan durante la madrugada, utilizando herramientas para levantar las pesadas estructuras de hierro fundido, que luego serían vendidas en el mercado negro de chatarra. La facilidad con la que se cometen estos actos delictivos ha incrementado la percepción de inseguridad entre los habitantes del barrio.
“La semana pasada un niño se cayó en una alcantarilla sin tapa mientras jugaba. Por fortuna no pasó a mayores, pero ¿qué estamos esperando? ¿Una tragedia?”, cuestionó indignado otro residente, quien prefirió mantener el anonimato.
El problema no solo radica en la falta de tapas, sino en la nula reposición de las mismas. Los huecos quedan abiertos por semanas, sin señalización ni advertencias visibles, lo que agrava aún más el peligro.
Intervención
la situación, Richard Gómez pidió de manera urgente la intervención de la Policía Metropolitana de Pasto y la Secretaría de Infraestructura. “No podemos seguir conviviendo con esta amenaza. Es un acto criminal que pone en juego vidas humanas. Necesitamos más presencia policial, cámaras de vigilancia y sanciones ejemplares para quienes estén detrás de esto”, puntualizó. Hasta el momento, no se ha emitido un pronunciamiento oficial por parte de la Alcaldía ni de las autoridades encargadas del mantenimiento urbano, lo que ha incrementado la molestia entre los ciudadanos.




