Algunas zonas, especialmente en la Península Ibérica, alcanzaron máximas sin precedentes: hasta 46,6 °C en Mora (Portugal) entre el 28 y 30 de junio. Numerosos países activaron alertas rojas por calor, incluyendo España, Francia, Italia y el Reino Unido.
Consecuencias en salud y mortalidad
- Se estima que 2.300 personas murieron por calor extremo en 12 ciudades europeas durante el periodo crítico del 23 de junio al 2 de julio; de ellas, 1.500 muertes están directamente vinculadas al calentamiento global.
- Francia registró al menos dos muertes por enfermedades relacionadas con el calor, y más de 300 hospitalizaciones.
- En Italia, también se reportaron muertes y se declararon alertas rojas en al menos 18 ciudades.
- España contabilizó al menos cuatro muertes, incluidos incidentes vinculados a incendios forestales en Cataluña.
Impacto ambiental e infraestructural
- Grandes incendios forestales ocurrieron en Francia, España, Italia y Turquía (Izmir), provocando evacuaciones de miles de personas y colapsos en servicios básicos .
- Infraestructura crítica fue afectada: Se cerró temporalmente un reactor nuclear en Suiza (Beznau) debido al sobrecalentamiento del agua de enfriamiento.
- Miles de escuelas en Francia cerraron, y se impusieron restricciones en el trabajo al aire libre en varios países .
La ola de calor fue potenciada por un «domo de calor» y un aumento de temperatura de 2–4 °C sobre lo normal, causado por el calentamiento global, siendo el mes de Junio de el más cálido jamás registrado en el oeste de Europa, según el Copernicus Climate Change Service.
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