La política colombiana atraviesa uno de sus momentos más oscuros. Tras el atentado al senador Miguel Uribe, el presidente Gustavo Petro denunció amenazas contra su hija menor, Antonella, y los hijos de todo su gabinete. El mensaje llegó desde redes sociales, con una frase alarmante: “ojo por ojo”. «Ojo por ojo»: amenazas cruzadas por ideales políticos agravan crisis de seguridad en Colombia.
En paralelo, se confirmó que el hijo de 11 años del ministro Armando Benedetti también fue blanco de intimidaciones. Los atacantes enviaron una foto del menor junto al mensaje amenazante. La situación escaló rápidamente.
Petro responsabilizó a sectores contrarios a su gobierno por este clima de terror. “Este hecho refuerza la hipótesis de que el autor del atentado es un enemigo del gobierno”, aseguró desde su cuenta de X. Además, ordenó ampliar los esquemas de seguridad para toda la oposición y los funcionarios.
Petro refuerza seguridad para gobierno y oposición
El mandatario lideró un consejo de seguridad extraordinario en Bogotá. Allí ordenó ampliar los esquemas de protección no solo para miembros del Ejecutivo, sino también para opositores políticos.

“El objetivo de los asesinos es callar la democracia. No podemos permitirlo”, dijo Petro, quien también defendió la realización de eventos públicos como el concierto La Esperanza.
Por su parte, el Ministro de Defensa, Iván Velásquez, confirmó que se extremarán medidas de seguridad según el nivel de riesgo. La inteligencia tiene instrucciones claras: capturar a los autores intelectuales y materiales del atentado.
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¿Hasta dónde llegará el «ojo por ojo»? «Ojo por ojo»: amenazas cruzadas por ideales políticos agravan crisis de seguridad en Colombia
El ataque a Miguel Uribe dejó un mensaje brutal. El precandidato permanece en estado crítico, mientras las autoridades judicializan al menor de 14 años que presuntamente disparó. Sin embargo, el enfoque ya está en identificar al autor intelectual.

La violencia por ideales políticos escala peligrosamente. Ahora, los hijos de figuras públicas se convierten en objetivo. Petro ya solicitó revisar los protocolos de seguridad de los escoltas del senador herido. Busca esclarecer cómo ocurrió el atentado, pese a las medidas existentes.
El mensaje es claro: la confrontación política en Colombia ha llegado a extremos peligrosos. El país enfrenta una amenaza directa a la vida, la democracia y la infancia.




