La compañía OCENSA S.A., filial del grupo Ecopetrol, suspendió repentinamente un proceso de contratación valorado en aproximadamente $400.000 millones de pesos, destinado al suministro de equipos y servicios de telecomunicaciones, datacenter e infraestructura de comunicaciones para un plazo de siete años.
La medida fue comunicada minutos antes del cierre para la recepción de ofertas, luego de que la Procuraduría General de la Nación alertara que el proceso modificó las “especificaciones técnicas” para permitir equipos repotenciados o remanufacturados, lo cual –según el oficio de control– podría generar riesgo de detrimento del patrimonio público.
En su comunicado, OCENSA afirmó que la suspensión responde a requerimientos de organismos de control, y que adoptará las medidas necesarias para garantizar la transparencia, igualdad entre oferentes, la reserva de información y la integridad del proceso contractual.
El caso generó revuelo en el sector, entre contratistas interesados y empresas de telecomunicaciones que ya habían presentado propuestas o estaban en etapa avanzada, quienes manifestaron su preocupación por la falta de claridad sobre cuáles entidades de control intervinieron y el destino de la información confidencial ya entregada.
Además, la crisis interna se profundizó cuando el presidente de OCENSA, David Riaño, presentó su renuncia tras oponerse a la reactivación del proceso con equipos repotenciados, según fuentes del medio. La renuncia se dio justo después de que se revelara que la empresa planeaba continuar con el trámite pese al oficio de la Procuraduría.
