Con una visión clara de fortalecimiento territorial y defensa de sus raíces, el Pueblo Totoroez avanza en la consolidación de proyectos estructurales que garantizan derechos fundamentales como el acceso a la tierra, la educación propia, la energía comunitaria y la revitalización cultural. Estas acciones hacen parte del cumplimiento del Plan de Salvaguarda en el marco del Auto 004 de 2009 de la Corte Constitucional.
Uno de los logros más importantes es el avance en un convenio entre el Cabildo de Totoró y el Banco Agrario, que permitirá a las familias indígenas acceder a créditos para la compra de tierras entre 5 y 30 hectáreas. Esta iniciativa fortalecerá procesos agroproductivos comunitarios en predios ofertados por pequeños propietarios no indígenas, y será acompañada por una visita del viceministro de Agricultura como muestra del respaldo estatal a las apuestas del territorio.

En materia energética, se aprobó el diseño de una Pequeña Central Hidroeléctrica (PCH) sobre el río Cobre, lo que convertirá al Pueblo Totoroez en referente de autosostenibilidad energética entre los pueblos indígenas del Cauca. El proyecto, financiado por el Ministerio de Minas y Energía, debe estar listo para el 31 de diciembre de 2025 y beneficiará sectores como infraestructura vial, salud, educación y economía comunitaria.
Simultáneamente, se inaugura en Boquerón una planta de alimentos para aves y rumiantes, gestionada por el excongresista César Pachón, hoy director de la Agencia de Desarrollo Rural. Además, está en marcha una planta de transformación láctea en la finca comunitaria San Miguel, financiada bajo el decreto 1811.

Desde la Gobernación del Cauca, el mandatario Octavio Guzmán ha confirmado recursos por más de 2.500 millones de pesos para construir un polideportivo y reubicar la Escuela Puente Tierra, así como para mejorar vías rurales en Malvazá, en coordinación con el Cabildo en cabeza del Karopik Hilario Sánchez.
Se suman también esfuerzos en la revitalización de la cooperativa local, un proyecto turístico comunitario con aguas termales y la implementación de un plan urgente de preservación del idioma Nam Trik, en riesgo de desaparecer. Finalmente, la comunidad reivindica el sombrero tradicional como símbolo identitario, expresión de resistencia y orgullo cultural.



