Obispos católicos de EE. UU. denuncian deportaciones masivas de migrantes
En una declaración sin precedentes, los obispos católicos de Estados Unidos condenaron la deportación masiva de migrantes impulsada por el gobierno federal. El comunicado, aprobado casi por unanimidad durante su reunión anual en Baltimore, enmarca la crisis migratoria en términos morales y de defensa de la dignidad humana.
Los obispos afirmaron que se oponen a la “deportación masiva indiscriminada de personas” y pidieron el fin de la retórica deshumanizadora. La conferencia episcopal señaló que la fe católica exige respeto hacia todos los seres humanos, sin importar su estatus migratorio.
Una postura unida ante la crisis migratoria
El mensaje pastoral representa una rara muestra de unidad entre los obispos estadounidenses, quienes en otras ocasiones han mostrado divisiones políticas. En esta oportunidad, respaldaron al papa León XIV, el primer papa estadounidense, que ha defendido abiertamente a las comunidades migrantes.
El documento refleja la preocupación de la Iglesia ante el miedo y la ansiedad que enfrentan miles de familias. “Nos entristece la denigración de los migrantes y las condiciones de los centros de detención”, expresa la declaración.
Defensa de los valores humanos y pastorales
Los obispos destacaron que la situación actual no solo afecta a los migrantes, sino también a los sacerdotes y comunidades religiosas que trabajan con ellos. Muchos líderes eclesiásticos han acompañado a migrantes en juicios y protestas, reafirmando el compromiso de la Iglesia con la justicia social.
El arzobispo Paul Coakley, presidente de la Conferencia Episcopal, aseguró que “es momento de defender la dignidad de las personas sin miedo”. La declaración recibió 216 votos a favor, cinco en contra y tres abstenciones.
Una voz moral en tiempos de división
El cardenal Blase Cupich de Chicago subrayó que esta declaración busca restaurar el debate sobre inmigración desde una perspectiva humana. “No podemos permanecer en silencio ante el sufrimiento de nuestros hermanos”, dijo.
La Iglesia católica en Estados Unidos reafirma así su papel como voz moral frente a las deportaciones masivas en Estados Unidos, promoviendo la compasión y el respeto por los derechos humanos de todos los migrantes.


