El reciente lanzamiento del Nuevo Modelo de Atención en Salud Mental ‘Código Verde’, promovido por la E.S.E. Hospital del Rosario y respaldado por el alcalde Víctor Ramón Vargas, fue presentado como un paso decisivo hacia una atención más humana y oportuna. Sin embargo, entre los habitantes de Campoalegre persiste la sensación de que las palabras superan a las acciones. El discurso de empatía y compromiso contrasta con una realidad en la que los servicios siguen siendo insuficientes, los recursos escasos y la atención, muchas veces, tardía.
Falta de recursos
Aunque el programa busca priorizar el bienestar emocional de la comunidad, en la práctica las limitaciones presupuestales impiden su correcta ejecución. La carencia de psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales en el sistema público de salud del municipio ha sido una constante que no logra resolverse. Además, los centros educativos y comunitarios pilares fundamentales para la prevención aún carecen de estrategias reales que permitan identificar y acompañar a personas en riesgo.
La iniciativa del ‘Código Verde’ representa una intención positiva, pero su implementación demanda más que un acto simbólico. Los expertos en salud mental han advertido que, sin recursos sostenibles y seguimiento institucional, cualquier programa corre el riesgo de quedarse en el papel. Mientras tanto, las cifras de depresión, ansiedad y consumo de sustancias psicoactivas aumentan entre jóvenes y adultos del municipio.
La administración municipal, encabezada por Vargas, debe asumir un papel más activo que el de acompañante. El reto está en convertir los compromisos públicos en políticas efectivas con presupuesto, personal y campañas de sensibilización constantes. La salud mental no puede seguir siendo un tema para discursos ni fotografías institucionales. Campoalegre necesita una estrategia integral, sostenida y medible, que transforme verdaderamente la atención en salud mental y devuelva la confianza a los ciudadanos.
El modelo ‘Código Verde’ es un avance en el discurso, pero un desafío en la práctica. La comunidad espera que la gestión del alcalde Víctor Ramón Vargas trascienda los anuncios y se traduzca en resultados concretos que garanticen un municipio más empático, saludable y comprometido con el bienestar emocional de su gente.




