Una innovadora tecnología desarrollada en proyectos recientes de tratamiento de aguas residuales permitirá transformar el biogás generado en las depuradoras en una fuente de energía mucho más limpia, eficiente y económica. Esta solución utiliza procesos biológicos avanzados que reemplazan los métodos químicos tradicionales, logrando una purificación más profunda del gas y reduciendo significativamente los costos operativos.
El sistema se basa en microorganismos capaces de eliminar impurezas como el dióxido de carbono y el sulfuro de hidrógeno, dos componentes que normalmente dificultan la utilización del biogás como combustible. Gracias a este tratamiento natural, el gas resultante alcanza una calidad cercana al biometano, volviéndose apto para su inyección en redes energéticas o su uso directo en motores y calderas.
La innovación también ofrece beneficios ambientales importantes: disminuye las emisiones contaminantes, reduce la dependencia de combustibles fósiles y aumenta el aprovechamiento energético de instalaciones que antes desaprovechaban gran parte del biogás generado. Además, impulsa un modelo de economía circular al convertir desechos del agua residual en energía útil.
Las plantas de tratamiento que ya prueban esta tecnología reportan mejoras en rendimiento, menor mantenimiento y una notable reducción en el uso de productos químicos. Expertos en sostenibilidad destacan que este avance puede convertirse en un referente para modernizar infraestructuras clave en ciudades que buscan transitar hacia modelos más verdes.
La expectativa es que, con su escalabilidad, esta tecnología pueda implementarse en más depuradoras, generando energía renovable local, reduciendo costos energéticos y contribuyendo a un manejo más sostenible de los recursos hídricos.




