Luego de que el gobierno estadounidense, por medio del Departamento de Estado, incluyera a “El Tren de Aragua” en su lista de organizaciones terroristas globales, entre las que se encuentran el Estado Islámico del Yemen, el Estado Islámico – Provincia de África occidental, además de Al Qaeda y Boko Haram, anunció una nueva ley que tiene como propósito acelerar el proceso para la deportación a Venezuela de las personas que tengan algún tipo de relación con dicha banda criminal.
Para el centro de pensamiento Brennan, esta ley estipula que es un recurso de autoridad que le permite al presidente, en tiempos de guerra, llevar a cabo detenciones y deportaciones de una nación considerada enemiga sin audiencias previas, basado únicamente en el país establecido en su procedencia. Instaurada en un primer momento para evitar el espionaje y el sabotaje por medio de entes extranjeros, se ve con malos ojos, en incluso con preocupación, que sea utilizada para tratar con civiles sin mayor relación armada, independiente de su país de procedencia.
En el caso de los venezolanos, esto podría agravar su precaria situación en Estados Unidos, que se ha visto afectada luego de que empezaran a entrar en vigor los decretos firmados por Donald Trump en sus primeras semanas de mandato.