
La Administración de Estados Unidos ha puesto en marcha un ambicioso programa público-privado que involucrará a más de 60 compañías —entre ellas gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Apple, así como firmas del sector salud como UnitedHealth Group y CVS Health— para habilitar el intercambio de datos médicos personales entre sistemas asistenciales y plataformas digitales gestionadas por estas empresas .
Este programa se enfoca en el manejo de enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad, e introduce herramientas de inteligencia artificial conversacional para ayudar a los pacientes, además de tecnología digital como códigos QR y aplicaciones que permiten registrar citas y seguir tratamientos con mayor facilidad.
El presidente Donald Trump afirmó que esta iniciativa supone un gran salto para modernizar un sistema sanitario estadounidense que tradicionalmente ha sido lento, costoso y fragmentado, y que ha quedado rezagado en el uso de tecnología avanzada.
Aunque el programa será voluntario (opt‑in) y el gobierno asegura que los datos estarán protegidos, expertos en privacidad digital como Lawrence Gostin y Jeffrey Chester advirtieron sobre graves riesgos éticos y legales. Se muestran preocupados por el uso indebido de la información sensible de los historiales médicos, la posibilidad de monetización o acceso por parte de otras agencias federales, especialmente dado el historial reciente de intercambio masivo de datos personales por parte de la administración.
Entre los beneficios esperados, los pacientes podrán acceder más fácilmente a sus registros médicos sin depender de métodos obsoletos como el envío de fax. Además, los profesionales sanitarios podrán obtener una visión más completa de la salud del paciente, incluso fuera de las consultas clínicas, gracias a datos sobre dieta, ejercicio y medicación registrada en apps.
En resumen, el objetivo es digitalizar la atención médica estadounidense mediante un ecosistema integrado para el intercambio de datos sanitarios, aunque genera preocupación respecto a la privacidad y al control ético de esos datos.




