
Los 13 magistrados, entre ellos tres reelectos, asumieron sus cargos para el período 2024-2029, en medio de dudas sobre su probidad.
Este domingo 13 de octubre de 1924, los nuevos jueces de la Corte Suprema de Guatemala asumieron en medio de incertidumbres sobre su integridad, después de un proceso de selección cuestionado por su falta de transparencia. En una ceremonia solemne en el teatro nacional, los 13 magistrados que formarán la Corte hasta 2029 fueron juramentados y tomaron posesión de sus cargos.
Según el presidente Bernardo Arévalo, quien acudió a la ceremonia, las mafias han tomado el poder judicial de Guatemala.
Arévalo y otros activistas sostienen que un grupo conocido como «Pacto de Corruptos», conformado por políticos, fiscales, jueces y empresarios influye en las decisiones judiciales desde la oscuridad.
Carlos Lucero fue nombrado presidente interino debido a la falta de acuerdo entre los magistrados para nombrar a un presidente en una sesión celebrada horas antes de la toma de posesión.
La jornada fue oscurecida por la detención de Ramiro Muñoz, exfuncionario del Tribunal Supremo Electoral, quien asumiría como magistrado de corte de apelaciones. Muñoz estaba siendo investigado por la fiscalía cuestionada por la suspensión de un partido político en las elecciones del 2023.
Lucero se comprometió a ofrecer «una justicia fácil, rápida y efectiva» durante su discurso de toma de posesión.




