Una nueva caravana de migrantes inició su recorrido este jueves desde el sur de México con destino a la Ciudad de México, en busca de alternativas legales y mejores condiciones de vida. A diferencia de anteriores movilizaciones, los organizadores aseguraron que no pretenden avanzar hacia Estados Unidos, sino concentrarse en obtener apoyo y regularizar su situación dentro del territorio mexicano.
El grupo, conformado por familias enteras, mujeres, hombres y niños, avanza por carretera en medio de condiciones climáticas adversas y con limitados recursos. Entre sus principales demandas están la agilización de trámites migratorios, acceso a refugio y la garantía de derechos básicos como salud y educación.
Autoridades locales desplegaron operativos de acompañamiento para vigilar la seguridad de la caravana y evitar incidentes en su trayecto. Asimismo, organismos de derechos humanos mantienen presencia en la ruta con el fin de brindar asistencia humanitaria.
Con esta decisión, los migrantes buscan enviar un mensaje claro: su objetivo inmediato es encontrar estabilidad en México, dejando de lado el plan de continuar hacia la frontera norte. No obstante, su travesía vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre las políticas migratorias y la capacidad de respuesta ante los flujos masivos de personas en tránsito.