Duitama enfrenta una nueva crisis institucional tras la anulación de la elección de José Luis Bohórquez como alcalde, decisión tomada por el Consejo de Estado. Este revés político deja a la ciudad nuevamente sin un mandatario elegido por voto popular, intensificando la inestabilidad que ha marcado su administración en los últimos años.
La salida de Bohórquez del cargo deja a Duitama en una situación de vacío de poder. Aunque se nombrará un alcalde encargado de manera provisional, esta medida no resuelve el problema estructural que atraviesa la ciudad: la constante anulación de alcaldes elegidos por los ciudadanos. Esta repetida situación ha provocado una falta de continuidad en la gestión pública, lo que dificulta la ejecución de proyectos y afecta el bienestar de los habitantes.
La anulación de la elección de Bohórquez pone en evidencia las deficiencias en los procesos electorales y de control. Las fallas en los mecanismos de verificación y fiscalización permiten que candidatos con posibles impedimentos legales lleguen a las urnas, generando conflictos posteriores que afectan la estabilidad de las administraciones locales. Mientras los procesos legales ocupan la atención, los problemas cotidianos de Duitama, como la infraestructura rezagada y los proyectos estancados, siguen sin resolverse.
La ciudad continúa atrapada en un ciclo de disputas jurídicas que retrasan su desarrollo y afectan directamente la calidad de vida de sus ciudadanos.
Es urgente que las autoridades tomen medidas concretas para evitar que Duitama siga atrapada en este círculo vicioso de elecciones fallidas y gobiernos inestables. La ciudad necesita un compromiso real con la transparencia y la gobernabilidad para avanzar hacia un futuro más estable y próspero.




