La noche del pasado fin de semana, cientos de habitantes de diferentes ciudades del mundo reportaron un fenómeno que dejó más preguntas que respuestas: luces
Tunja, Boyacá. — En el corazón histórico de Tunja, dentro de los muros centenarios del convento de Santa Clara la Real, persiste un misterio que
Bogotá. — En los pasillos silenciosos de la Biblioteca Nacional de Colombia, donde se resguarda buena parte de la memoria escrita del país, varios trabajadores
Piojó, Atlántico. — En este pequeño municipio del Caribe colombiano, el miedo ha tomado forma de leyenda: la bruja de Piojó, una mujer que, según
Soacha, Cundinamarca. — En 1999, una humilde vivienda de este municipio a las afueras de Bogotá se convirtió en epicentro de uno de los fenómenos
Cartago, Valle del Cauca. A las orillas del río La Vieja, un puente se ha convertido en sinónimo de miedo para conductores y vecinos. De
Bogotá. Entre los muros abandonados del Hospital San Juan de Dios, clausurado oficialmente en 2001, todavía resuenan historias que hielan la sangre. Vigilantes, trabajadores de
Bélmez de la Moraleda, Jaén, 1971. — Una simple mancha en el suelo de cemento cambió para siempre la vida de una familia y de
Londres, 1977. — Lo que empezó como una simple llamada de auxilio a la policía por unos muebles que “se movían solos” terminó convirtiéndose en
