Japón, ganadora del Mundial de 2011 y finalista en 2015, alcanzó los octavos de final con tres victorias al hilo, con 11 goles a favor y ninguno en contra en la fase de grupos del Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
Por su parte, Noruega, campeona en 1995 y finalista en 1991, se recuperó de una sorpresiva derrota en el partido inaugural contra las anfitrionas de Nueva Zelanda y luego empataron con Suiza, para alcanzar su clasificación con un contundente 6-0 ante Filipinas.
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Noruega no pudo contar con su jugadora estelar Ada Hegerberg, Balón de Oro de 2018, debido a una lesión. Japón controló el partido desde el inicio, y su ariete Miyazawa estuvo a punto de anotar a los 60 segundos.
La presión inicial de Japón quedó en evidencia cuando Engen clavó en puerta propia un centro de Miyazawa a los 15 minutos. Pero cinco minutos después, la primera incursión significativa de las noruegas puso la paridad momentánea en las cifras.
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La volante del Barcelona Carolina Graham Hansen superó a dos defensas, y sirvió a Vilde Boe Risa, cuyo centro fue marcado de cabeza por Reiten. Fue el primer gol encajado por las japonesas, de defensa impecable en el Mundial. Miyazawa selló el triunfo japonés a falta de nueve minutos para el final del partido, cuando conectó un pase de Aoba Fujino.
