En medio de un ambiente cargado de expectativas y cuestionamientos, Norman Granja asumió oficialmente la dirección territorial de la Unidad para las Víctimas en el Cauca. Su llegada ha generado debate entre organizaciones y representantes de comunidades afectadas por el conflicto, quienes piden transparencia y un enfoque real hacia la reparación integral.
Algunos sectores señalan antecedentes administrativos que han despertado inquietudes, mientras otros ven en su nombramiento la oportunidad de dinamizar procesos represados y mejorar la articulación con las víctimas.
De momento, la entidad enfrenta el desafío de fortalecer la atención en municipios con alta afectación por violencia, así como de recuperar la confianza institucional. La gestión de Granja será determinante para definir si el departamento vivirá un periodo de continuidad o un cambio profundo en la política de reparación y acompañamiento
