Jhon Alexander Galindo López aceptó el atroz crimen de adulta mayor.
El espeluznante asesinato de Luz Alba Muñoz Ávila, una mujer de 68 años de edad, vendedora de tintos en el barrio Combeima y sobreviviente de la tragedia de Armero de 1985, ha encontrado finalmente un cierre judicial, aunque con el sabor amargo de la violencia. Jhon Alexander Galindo López, un joven de tan solo 19 años conocido con el alias de ‘Peluca’, fue condenado a una sentencia de 34 años, ocho meses y 20 días de prisión luego de firmar un preacuerdo con la Fiscalía. La condena, que no fue apelada por ninguna de las partes procesales, ha quedado en firme tras ser avalada por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Ibagué, cerrando así uno de los casos más dramáticos de feminicidio en el sur de la capital tolimense.
La relación sentimental que mantenían la víctima y su agresor era conflictiva y se extendió por aproximadamente nueve meses. Ambos convivían en el mismo inmueble, ubicado en el barrio Matallana, junto a Lina Cristal Galeano Muñoz, hija de la víctima. Las alarmas ya estaban encendidas en el entorno familiar, pues Galindo, además de ser un confeso consumidor de estupefacientes, protagonizaba constantes discusiones con Luz Alba por cuestiones de dinero. De acuerdo con la investigación, el joven llegaba incluso a agredirla físicamente si ella se negaba a entregarle plata para comprar su ‘vicio’. Este historial de violencia marcó el preludio de la tragedia.
El fatídico crimen ocurrió la madrugada del 8 de mayo de 2023. En horas de la tarde del día anterior, la hija de la víctima, Lina Cristal, había salido de la vivienda. Aunque regresó en repetidas ocasiones, ‘Peluca’ le impidió la entrada con excusas, levantando sospechas. Según la investigación, en la madrugada, Galindo atacó brutalmente a Muñoz Ávila, utilizando una cuerda para rodearle el cuello y causarle la muerte por ahorcamiento. Tras cometer el atroz feminicidio, el sujeto huyó de la casa y se refugió en la vivienda de un conocido, a quien le informó lo ocurrido e incluso lo persuadió para regresar al lugar de los hechos y sustraer algunas pertenencias de la víctima.
Fue hacia las 3:00 de la madrugada de ese mismo día cuando Lina Cristal, acompañada por uniformados de la Policía y su padre, Pablo Emilio Galeano Valdez, logró finalmente ingresar al inmueble. El macabro hallazgo confirmó los peores temores: su progenitora se encontraba sin signos vitales, con una cuerda alrededor del cuello, confirmando la brutalidad del ataque. La Fiscalía fue enfática al señalar que los hechos se ajustan a la conducta penal de feminicidio, cargo que Jhon Alexander Galindo López aceptó mediante el preacuerdo, evitando así un largo y complejo juicio a cambio de una condena ejemplar por la muerte de la vendedora de tintos.




