Un cadáver se encuentra en la vía cerrito, la muerte es clara, es un ataque sicarial, la sevicia de las heridas, la cantidad de balas y el descuidado estado en cómo se encontró el cuerpo lo demuestran. Lo dejaron allí, tirado a su suerte como un perro atropellado en las autopistas. Sin papeles, sin nombre, sin vida. Aquel joven era Luis Ferney, un hombre intento escapar, pero nadie puede huir fe una bala.
Sucesos
Trasladémonos unos momentos antes, Ferney era un joven oriundo de Palmira que vivía allí, no era muestra de virtud, sino más bien un gallardo. Aun con ello no se lograría considerar una mala persona, hasta que cometió un homicidio. Bueno realmente fueron dos. Las circunstancias no son del todo claras, algunos hablan de que fue a disparos y otros con arma blanca, algunos citan una venganza personal y otros que era en defensa de algo, pero nada de eso importa, lo que sí es una certeza es que Ferney era un asesino, y ya llevaba dos vidas arrebatadas. Es por ello, que en un acto que se puede catalogar como cobardía o supervivencia decidió escapar a Cerrito. Según algunos testigos, el joven salió de improvisto, preocupado y errático, como si la muerte le pisara los talones.
Es por ello que, en medio del camino a Cerrito, una moto con dos sujetos lo intercepta. Ferney había escapado por un largo tiempo, quería ocultarse, desaparecer hasta que todo se calmase y quizás, con suerte, hallar paz. Solo logro la ultima, una súbita ‘paz’ que retumbo varias veces, una paz paz paz que le relleno el cuerpo con susurros de plomo que lo dejaron en el pavimento. Quedo con un gesto de dolor y miedo en el rostro, quizás un rezo de última hora, un arrepentimiento o una sorpresa desagradable.
El descubrimiento del cuerpo resulto alrededor de las 2:30 de la tarde, la Policía Nacional tuvo que acordonar el área y ayudar con la congestión vehicular para evitar un trancón de mayores proporciones. Medicina Legal tomo el cuerpo del joven (o lo que quedo de él) y fue llevado para la necropsia e informe del homicidio. Por su parte, las autoridades tomaron fotografías del lugar, un croquis de la situación y naturalmente las muestras del lugar (sangre de la víctima, casquillos de bala, entre otros objetos claves).
Comunidad
La comunidad en Palmira, de donde era natural el joven, no ha dicho casi nada del caso, su familia tampoco ha salido a expresarle, el silencio hace más ruido que las balas. En redes sociales no hay comentarios o palabras, no hay estados ni homenajes, como si no fuese recordado, como si la noticia se moviera lento, como si esta vez, una muerte más, es solo una raya mas para el tigre.
Las autoridades han expresado que han empezado una investigación para dar con los autores de este crimen y buscar los móviles.
