La mayoría de las cosas no son fortuitas en la vida, no todo hace parte del espectro de la suerte y la fortuna y el infortunio. No, hay cosas que para lograrse se trabajan día a día, que amerita y conlleva un esfuerzo periódico en un tiempo detrás o invertido en ello, y que no solo responde a una situación en la que como popularmente se dice ‘se alinearon las estrellas a nuestro favor’ no, sino que cuando existe un proceso de verdad que apunta a la consecución de dichos objetivos, tarde o temprano, a ritmo lento o veloz, se llegará a esos objetivos.
Concluyó el Mundial Femenino Sub-20 en Colombia y las campeonas son Corea del Norte. Corea fue el mejor equipo de la competencia. Ya ganó campeonatos del Mundo, lo que Colombia nunca ha logrado, ganó dos sub-20 y un sub-17, y hablando desde la suposición, puede ser más presionante jugar en Corea del Norte con el régimen que tienen allí si vamos a hablar de la expresión futbolística de Colombia a comparación de Corea. En Corea del Norte trabajan para esto, las escuelas que tienen, la Federación Coreana, las autoridades o Gobierno han llevado a que entrenen como si fuera Ejército Militar, o sea con seriedad, disciplina, perfeccionamiento, algo que en Colombia no abunda.
En nuestro país reina la ‘Mamadera de gallo’, el sabotaje, hablamos de ‘Pechear’ siempre lo mismo cuando se pierde, cuando se fracasa, pero no hablamos de la formación, del talento, de la preparación, invertir tiempo y trabajo, para poder cosechar los resultados, porque si seguimos pensando que es cosa de la suerte, seguramente no ganaremos nada.
Por Dylan Riascos Ramírez.




