No les da besos ni se acuesta con mujeres casadas: Esta es la historia del gigoló, Jaime Perkins 

April Harris, está felizmente casada con Jamie Perkins y quien para ayudar a sostener la familia tiene sexo con otras mujeres. Este peligroso juego teiene reglas no las besa en la boca y tampoco se acuesta con mujeres casadas.
April Harris aseguró que a veces se siente celosa pero al final del día sabe que Jamie Perkins es suyo.
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La pandemia del Covid-19 lo cambió todo y también las relaciones de las personas. Según lo informó The Sun, la pareja conformada por April Harris de 37 años y Jaime Perkins, de 47 años, tiene los ojos del mundo encima la razón es que la abnegada esposa permitió que su esposo se prostituyera para que con el dinero que gane le ayude con los gastos de la casa. 

El dinero en la casa empezó a escasear y los gastos con sus hijos no daban espera, una amiga de April le propuso una alternativa y que en un princiío era de locos. La solución a todos los problemas era que ella dejara que su esposo a cambio de sexo recibiera dinero.

Al princiío no le gustó mucho la historia y luego de conversar con Jamie Perkins, aceptó y hoy por cada encuentro cobra 65 dólares.

La familia está conformada por la pareja y tres hijos desde hace casi 30 trabaja como gigoló. En la entrevista reconoce que lo que gana por sus servicios le ayudan a complementar los salarios que gana la pareja.

“No hay una forma más fácil o rápida de ganar dinero y se adapta a mi trabajo y a mi familia», dijo el esposo.

La esposa sabe que corre el riesgo de que su pareja se enamore de otras mujeres, pero no le importa y todo porque «al final del día, soy todo suyo”.

La pareja se conoció en Tesco, la cadena británica de supermercados en la que trabaja Jamie.

“No esperaba enamorarme ese día -recordó April sobre aquel primer encuentro-. Conversamos, fue honesto sobre su vida como gigoló desde el principio”, informó The Sun. 

Así comenzó la historia:

La primera vez ocurrió a la edad de los 19 años cuando trabajaba como masajista deportivo y un par de pacientes le sugirieron que podría ganar una fortuna ofreciendo “servicios adicionales”.

A pesar de que en un principio se asustó y rechazó la propuesta, un par de semanas más tarde decidió intentarlo.

Las mujeres se convirtieron en sus primeras clientas. Desde ese momento, siempre utilizó sus ingresos como “amante por horas” para complementar su paga principal.

Tenemos una comunicación brillante y una relación realmente sólida, nos equilibramos perfectamente -dijo en diálogo con The Sun-. Yo dirijo la casa mientras él controla el dormitorio. Tambien es muy bueno en lo que hace. ¡Soy una mujer muy feliz!».

Estas son la reglas de Jamie:

En este peligroso juego hay reglas y Jamie manifestó que no sale con mujer e casadas como tampoco las besa en la boca.

 “No beso a ninguna de mis clientas. Cuando April me besa, es puro fuego. Ella es la única mujer para mí”, dijo el hombre.

También confirmó que «tampoco se acuesta con mujeres casadas» y solo lo hace cuando tiene el visto bueno de sus esposos. 

La esposa aclara que en la casa, ella y Jamie hacen el amor, mientras que lo que él hace con los clientas es sólo sexo

 “Nuestra vida sexual es muy diferente, es personal e íntima y sólo para nosotros. Nadie entiende lo que hago. Jamie no se queda a pasar la noche con las clientas, ni se queda con ellas a tomar una taza de té después”, puntualizó.


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