
Pedro Sánchez solicitó la retirada de armamento a Israel y garantizó que las fuerzas de la ONU en el Líbano (FINUL), lideradas por un general español, no se retirarán de acuerdo con la solicitud del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, condenó de manera contundente la declaración del primer ministro Netanyahu ayer en el foro de debate político World in Progress de Barcelona, organizado por Prisa.
El líder español afirmó que no habrá retirada de la Finul debido a la importancia de su compromiso con la legalidad internacional, tal como se establece en la resolución 1701, que permitió la presencia de Cascos azules en el Líbano en 2006.
El domingo 13 de febrero de 2024, Netanyahu acusó a las tropas del contingente de la ONU compuesto por España y otros países de ser «escudos humanos» del grupo chií libanés Hezbolá, que es considerado como una organización terrorista por Estados Unidos, Argentina y otros países occidentales, y que la Unión Europea califica como su brazo armado. La respuesta de Sánchez fue la consecuencia de esta acusación. Después de que en los últimos días varios cascos azules fueran atacados por la fuerza aérea israelí,
Durante un discurso grabado el domingo, Benjamin Netanyahu instó al secretario general de la ONU, António Guterres, a liberar «inmediatamente» a las fuerzas de paz de la organización en Líbano (Finul), dirigiéndose a Guterres en inglés. La negativa de los soldados de la Finul a ser evacuados los convierte en prisioneros de Hezbolá. Insistió en que esto representa un peligro para ellos y la vida de nuestros soldados.
El español Josep Borrell, el alto representante para la Política Exterior de la UE, respondió hoy a este mensaje diciendo que es inaceptable atacar a tropas de la ONU. Y quiero recordar a todos que el Consejo de Seguridad es quien toma las decisiones sobre esta misión, no el secretario general de Naciones Unidas. A su llegada a un consejo de ministros de Exteriores de la UE en Luxemburgo, expresó que no se debe atribuir la culpa a Guterres.




