En medio del fuego cruzado quedó Gabriela Quintero, una niña de siete años. La menor se hospedaba con su familia en un hostal, en la carrera 16 con calle 23 del barrio Santa Fe de la localidad de los Mártires, más exactamente, en el sector conocido como Samper Mendoza. Dicen que, un sicario iba a matar al tío de la pequeña. Sin embargo, la niña fue la afectada.
Una lluvia de balas estremeció a los residentes de un “pagadiario”. Al parecer, un homicida iba a matar a un joven, que se hospedaba en el lugar con su familia. Supuestamente, el adolecente estaba en compañía de su sobrina y el sicario ingresó al recinto y los encendió a plomo. En medio del tiroteo, la niña recibió dos tiros, la fémina se debate entre la vida y la muerte en el hospital Santa Clara. La víctima del ataque sicarial tiene una herida leve.
Dicen, quienes presenciaron el caso, que el sicario atentó contra la vida un muchacho de 17 años, tío de la pequeña, de nacionalidad venezolana. El atentado ocurrió dentro de un hospedaje, de esos que llaman ‘Pagadiario’. En medio de la lluvia de balas, la sobrina del muchacho fue impactada en dos ocasiones, en el brazo y en el estómago.
Los seres queridos de las dos víctimas afirman que el ataque sicarial ocurrió porque el joven se negó a comercializar droga en el sector. Pues supuestamente una banda delincuencial de microtrafico, que opera en la zona, contacto al adolecente para que fuera el nuevo jibaro del barrio, pero el muchacho se negó.
El coronel Rubén Gaitán, comandante de la estación de policía en la localidad de Los Mártires, dijo que el caso se presentó el pasado miércoles 6 de julio, al parecer por un posible ajuste de cuentas relacionados con temas de microtrafico. Dicen que, joven no quiso comercializar vicio para una banda delincuencial que tiene una olla en el sector.




