Charol Saray Rojas Yate, una niña de 8 años, desapareció hace dos días tras caer accidentalmente a la quebrada Chuniza, en el sector de Cantarrana, localidad de Usme, Bogotá. El hecho ocurrió mientras jugaba con su hermano de 9 años y su primo de 10. Los menores salieron sin permiso de su hogar para ir a lavarse los pies al afluente, ubicado a un kilómetro de distancia. La corriente arrastró a Charol luego de que resbalara al intentar ingresar al agua. Su hermano trató de rescatarla, pero fue golpeado por un tronco que lo obligó a salir del cauce sin lograr su objetivo.
La familia, angustiada por la falta de resultados, ha denunciado la escasez de recursos dispuestos para la búsqueda. Hasta ahora solo hay una lancha disponible, y las jornadas de rastreo terminan a las 4:30 p. m. “Hay muy poca gente buscando y la quebrada puede arrastrarla aún más lejos. Nosotros seguimos con la esperanza de encontrarla con vida”, expresó su tía Karen Yate, quien además cuestionó cómo fue posible que tres menores salieran sin supervisión del conjunto residencial.
Tras el intento fallido de rescate, los otros dos niños regresaron a sus casas para alertar a los adultos. La familia pide con urgencia más apoyo logístico, la difusión de la foto de Charol y que cualquier información relevante se reporte de inmediato a las autoridades.
El Cuerpo Oficial de Bomberos, con apoyo de drones y equipos de rescate acuático, adelanta labores de rastreo en el punto donde se reportó la caída: calle 104 sur con carrera 14A. Aunque Charol no residía en la zona, se encontraba de visita en casa de sus primos. La quebrada pertenece a una reserva del Acueducto de Bogotá y normalmente solo la visitaban en compañía de adultos.



