Nicolás Neira: Envían a prisión a agente del Esmad por encubrir el asesinato del joven en 2005

Los hechos ocurrieron el 6 de mayo de 2005, donde el joven murió como consecuencia de un disparo de un lanzagranadas.
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El mayor (r) Fabián Mauricio Infante Pinzón, ex miembro del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), se enfrentará a una condena de ocho años y seis meses de prisión por impedir la difusión de pruebas que incriminaban a su compañero, el ex patrullero Néstor Rodríguez, en la muerte de un menor durante una jornada de manifestaciones violentas en la ciudad de Bogotá, en 2005.

La víctima es Nicolás Neira, quien murió a consecuencia de un disparo de un arma conocida como ‘Truflay’ o lanzagranadas a manos del patrullero Rodríguez.

La Fiscalía General de la Nación presentó pruebas incriminatorias presentadas previamente por los investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) contra el mayor Infante, y logró imputarle el delito de favorecimiento de homicidio.

El fiscal de la Dirección Especializada contra la Violación de los Derechos Humanos, logró demostrar que el ex miembro del Esmad, obstaculizó en todo momento, los procesos de investigación del caso, al ocultar pruebas relacionadas con la muerte de la menor y que involucraban directamente a su colega.

Las pruebas demuestran que el oficial Rodríguez Rúa, fue quien detonó el arma que mató al adolescente; el acusado además de pagar la pena de prisión, fue inhabilitado en su derecho a seguir ejerciendo el cargo y otras funciones públicas durante el mismo tiempo de la condena.

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Los hechos que enlutó a una familia

En mayo de 2005, Nicolás Neira, estudiante de noveno grado, estaba con unos amigos comprando libros en la Carrera Séptima con la calle 18 cuando fue alcanzado por una bala de goma, que con el tiempo empeoró su estado de salud.

En ese entonces, las calles de Bogotá estaban abarrotadas y llenas de disturbios por los colombianos que salieron a protestar en el marco del Día del Trabajo.

Yuri Neira, el padre del niño, dijo entonces que su hijo «estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado». Según los testigos, el niño cayó al suelo tras recibir múltiples golpes en el cráneo, uno de los cuales le causó una herida de 26 centímetros.

 


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