El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, envió una carta formal al papa León XIV solicitando la intervención del Vaticano en apoyo a la paz y la estabilidad del país, en medio del aumento de la tensión militar en el mar Caribe debido a la presencia de fuerzas navales estadounidenses cerca de las costas venezolanas.
La petición fue transmitida oficialmente a la Santa Sede a través del embajador venezolano ante el Vaticano, Franklin Zeltzer, quien entregó la misiva al secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, según confirmó el canciller Yván Gil en un comunicado difundido por Telegram. Gil señaló que el encuentro fue “propicio para entregar una carta del presidente Nicolás Maduro Moros dirigida al papa León XIV, en la que se solicita su apoyo especial para consolidar la paz en Venezuela”.
El contexto de esta solicitud se enmarca en una creciente tensión geopolítica en la región. En las últimas semanas, el presidente estadounidense Donald Trump ordenó el despliegue de buques de guerra y fuerzas navales en el Caribe, justificando la operación como parte de un plan internacional para combatir el narcotráfico. Sin embargo, desde Caracas, el gobierno venezolano interpreta esta acción como una amenaza directa a su soberanía y un intento encubierto de provocar un cambio de régimen en el país.
Frente a esta situación, el gobierno de Maduro ha activado ejercicios militares internos y ha fortalecido la coordinación entre las fuerzas armadas y la población civil. El mandatario aseguró que se están “afinando todos los mecanismos de defensa frente a la amenaza”, subrayando que la unidad del pueblo y del ejército es clave para garantizar la independencia nacional.
Por su parte, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, hizo un llamado a la cohesión nacional, destacando que Venezuela debe proyectarse como un “gran poder soberano” capaz de resistir las presiones externas y defender su territorio frente a lo que calificó como actos de hegemonía estadounidense.
La solicitud de Maduro al papa León XIV busca no solo respaldo espiritual, sino también mediación diplomática para reducir la tensión y abrir canales de diálogo que eviten una escalada del conflicto. La Santa Sede, históricamente, ha cumplido un papel importante en los procesos de negociación política en Venezuela, especialmente durante los periodos de crisis entre el gobierno y la oposición.
Este nuevo acercamiento refleja la estrategia del gobierno venezolano de internacionalizar la crisis y recurrir a actores religiosos y diplomáticos con influencia global, en busca de legitimidad y apoyo moral frente a la presión militar y política de Estados Unidos.
En este contexto, Caracas insiste en que la presencia militar norteamericana constituye una provocación que atenta contra la paz regional, mientras que Washington sostiene que su despliegue tiene objetivos estrictamente operativos y de seguridad internacional.
La carta dirigida al papa León XIV se convierte, por tanto, en un gesto político y simbólico que busca transmitir la voluntad del gobierno venezolano de resolver la situación por vías pacíficas, apelando a la autoridad moral del Vaticano y a su tradicional papel de promotor del diálogo y la reconciliación entre naciones.




