NI LA SIJÍN, NI LA FISCALÍA RESPONDEN POR LOS CASOS DE VANDALISMO

La víctima afirma que recorrió muchos sitios, donde los objetos robados son como la “moneda” para obtener las dosis de estupefacientes.
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Nadie responde en la llamada “Capital del Norte de Casanare” donde ni siquiera entregando las pruebas, aportando vídeos o incluso realizando la labor de un detective, víctimas de recientes y millonarios robos por la modalidad rompe-vidrios, logran una respuesta de las autoridades.

Hechos

Ese es el caso de un ciudadano que además de las respectivas denuncias ante Fiscalía y diálogos con Sijín y otras unidades de “investigación”, ha logrado al menos la identificación de sus victimarios. Su caso ocurrió en zona céntrica de Paz de Ariporo a 200 metros del Santuario de la Virgen de Manare, a plena luz del día, 10:36 de la mañana del sábado que paso y en medio de una zona comercial, a donde la víctima sufrió un robo millonario, en menos de 2 minutos y 40 segundos.

La víctima relata que mientras realizaba la labor de montaje de equipos para una transmisión publicitaria, una muy organizada banda delincuencial le rompió uno de los vidrios de su carro y se apoderó de elementos por más de $9 millones. “Yo pude reconstruir con vídeos el recorrido de los tipos y la manera cómo atacaron mi carro”, dijo la víctima, quien entregó más de 14 vídeos a las autoridades “investigativas” para ayudarlos en su investigación.

La labor del afectado llegó también más allá: como todo un verdadero detective estableció que una semana antes, los mismos individuos habían cometido otro hurto millonario, despojando con la misma modalidad a un ciudadano que perdió así cinco millones. “Los tipos se mueven en las mismas motos, usan doble camiseta, seguramente para despistar y son de Yopal porque yo realicé un seguimiento a un equipo celular que me robaron y no estaba acá en Paz de Ariporo”, dijo el afectado.

Daños

La víctima afirma que recorrió muchos sitios donde operan “ollas” de tráfico, venta y mercadeo de estupefacientes, donde los objetos robados son como la “moneda” para obtener las dosis de estupefacientes. Hay lugares en donde algunas personas llegan sin plata pero con objetos que canjean por dosis de droga.

“En los vídeos entregados a los de Sijín y fiscalía casi se pueden ver las placas de la moto, prácticamente de inmediato supusimos que no eran de acá e incluso yo pedí la asistencia para que se instalara un control de tránsito entre Paz de Ariporo y Yopal pero nadie quiso colaborar”, dijo el afectado.

Con desconsuelo afirmó que al acudir a obtener apoyo investigativo de algunos “amigos” de la Sijin, le respondieron que había personal ocupado en “actos urgentes” de otros casos y más adelante, quedó frío al escuchar la frase: “huy amigo, eso ya se lo pasamos a la Fiscalía y ellos ya están haciendo la ‘investigación’ y ahí no nos metemos porque nosotros ‘no nos pisamos las mangueras”.

No existe justicia

Lo cierto del caso, es que irse por la línea “institucional”: denuncia, aporte de pruebas, pedidos a las autoridades y casi hasta convertirse en detective, no le ha servido de nada a este ciudadano que se sigue preguntando hoy porqué la “investigación exhaustiva” en su caso, no avanza.

Su investigación le permitió establecer casi con certeza plena, que en Hato Corozal y Pore, por las mismas fechas, se produjeron robos similares. Tal parece que la banda de “rompe-vidrios” que de tanto azota a Yopal, extiende sus tentáculos a otras partes del departamento y ataca de forma inmisericorde mientras la Fiscalía y la Sijín, se lavan las manos con el caso.


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