La tragedia volvió a teñir de luto a la Policía Nacional y al Huila. El pasado martes, en horas de la tarde, un violento accidente de tránsito registrado en el sector de Chinauta, vía Bogotá–Girardot, cobró la vida de dos jóvenes uniformados que compartían mucho más que su vocación: una relación sentimental y un futuro lleno de sueños.
Las víctimas fueron identificadas como el teniente Diego Salgado, de 24 años, y la patrullera María Fernanda Silva, conocida entre sus compañeros como ‘Mafe’. Ambos se movilizaban en motocicleta cuando, según las primeras versiones, un campero realizó un cambio de carril en una rotonda sin percatarse de la pareja que descendía en dirección hacia Girardot.
El impacto fue devastador. Salgado falleció de manera instantánea sobre la calzada, mientras que María Fernanda salió despedida varios metros, terminando sobre el tejado de una vivienda cercana, donde perdió la vida de forma inmediata.
Carrera ejemplar
Se conoció que el teniente Salgado estaba adscrito a la Dirección de Carabineros como comandante de un grupo operacional, labor que lo llevaba a recorrer distintas regiones del país. Por su parte, la patrullera Silva formaba parte del grupo femenino de operaciones, destacándose por su disciplina y entrega.
Ambos eran reconocidos y apreciados tanto en el Comando de la Policía Metropolitana de Neiva como en el Departamento de Policía del Huila. Su compromiso con la institución y el espíritu de servicio los hicieron ganarse el respeto de superiores, compañeros y de la comunidad.
Indignación ciudadana
El accidente ha generado indignación, no solo por la pérdida de dos vidas jóvenes, sino porque el vehículo implicado, en el que se movilizaba una pareja de adultos mayores, no contaba con el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) vigente. Esta irregularidad agrava el panorama legal y revive el debate sobre el control a vehículos que circulan en condiciones ilegales.
Las autoridades judiciales investigan las circunstancias exactas del siniestro para establecer las responsabilidades. Testigos señalan que el retorno indebido y la falta de precaución por parte del conductor del campero serían las causas principales de la tragedia.
Dolor en casa
Los familiares de los uniformados, residentes en la comuna 9 de Neiva, se encuentran realizando los trámites para reclamar los cuerpos y trasladarlos a sus ciudades natales, donde recibirán cristiana sepultura. El dolor es profundo: la comunidad, los compañeros de trabajo y amigos cercanos lamentan la partida de quienes representaban el espíritu joven de la Policía Nacional.
En medio de la tristeza, las voces de la ciudadanía piden justicia y mayor rigor en los controles viales. La muerte de Diego Salgado y María Fernanda Silva se convierte en un llamado urgente para frenar la imprudencia en las carreteras.
