Las autoridades colombianas frustraron un atentado terrorista que tenía como objetivo las instalaciones del Batallón Gustavo Rojas Pinilla, ubicado en Tunja, capital del departamento de Boyacá. El hecho ocurrió en la madrugada del 8 de noviembre de 2025, cuando unidades de inteligencia y seguridad detectaron una volqueta cargada con explosivos cerca del perímetro militar. Gracias a la rápida reacción de las fuerzas del orden, el ataque fue neutralizado sin causar víctimas ni heridos, tanto entre el personal militar como entre los civiles.
El presidente Gustavo Petro confirmó el operativo a través de sus redes sociales, destacando que la acción permitió evacuar a tiempo a la población civil y militar cercana a las instalaciones. En su mensaje, el mandatario celebró que se evitara una tragedia y subrayó que no hubo víctimas mortales. Además, aprovechó la ocasión para reiterar su llamado a mantener la alerta frente a las amenazas del narcotráfico y a “golpearlo donde más le duele: en sus finanzas, mercancías ilícitas, estructuras criminales y capacidad de causar daño a la población”.
De acuerdo con el reporte oficial, la alerta se activó desde las 5:00 de la mañana, cuando las autoridades identificaron el vehículo sospechoso que estaba equipado con una plataforma adaptada para lanzar tatucos o cilindros bomba, artefactos de alto poder destructivo. Este hallazgo provocó momentos de tensión y pánico entre los habitantes de Tunja, una ciudad que históricamente ha estado alejada de acciones de este tipo.
Tras asegurar la zona, unidades del Ejército Nacional y expertos del grupo antiexplosivos intervinieron de inmediato, ejecutando dos detonaciones controladas para neutralizar completamente el material explosivo sin poner en riesgo a la comunidad. La operación fue supervisada por el comando militar local y apoyada por la Policía Nacional, que desplegó un cordón de seguridad en las áreas aledañas al batallón.
El coronel del municipio de Tunja informó que no se registraron heridos y que actualmente las autoridades trabajan en la verificación de las cámaras de seguridad para establecer la identidad de los responsables del intento de atentado. No se descarta la participación de grupos armados ilegales o estructuras ligadas al narcotráfico, que en los últimos meses han intensificado sus acciones contra la fuerza pública.
El incidente reaviva las preocupaciones sobre la seguridad en regiones tradicionalmente pacíficas del país y pone en evidencia la necesidad de reforzar la inteligencia militar y la coordinación interinstitucional frente a amenazas emergentes. El Gobierno Nacional aseguró que continuará las investigaciones hasta identificar y capturar a los responsables, reafirmando su compromiso con la protección de las instituciones militares y la seguridad ciudadana.
La situación sigue en desarrollo mientras los organismos de seguridad recopilan pruebas y analizan los posibles vínculos del frustrado atentado con otras acciones violentas registradas en el centro del país.


