LA CONFECCIÓN UNA MANERA DE SENTIR

[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

Néstor Orlando Rivera desde sus 9 años al lado de su padre y su tío construyeron el proyecto.

Giraldo

Néstor Rivera en el año de 1996 sufrió un grave accidente, ocasionándole la pérdida de su vista, a pesar de esto, Rivera empezó a trabajar para desarrollar sus demás sentidos y fueron ellos lo que le permitieron junto con su familia crear una empresa de confecciones de uniformes en la ciudad de Ibagué.

Esfuerzo

Rivera a sus 17 años, empezó a involucrarse a la empresa de su familia y confeccionar pues desde 1992 hasta el 2000 este joven para ese entonces maquilaba con enormes empresas del Tolima, pero como buen visionario, aquel muchacho empezó su camino como confeccionista profesional, hasta el punto de tener locales en distintos puntos de la ciudad.

Equipo

En 1996 aquel hombre sufre un accidente en una motocicleta y tres meses después su vista se estaba empezando a deteriorar, ocho años después Néstor pierde su vista por el deterioro del nervio “Cuando perdí la vista busqué varias opciones para ver cómo me ganaba la vida, fue muy difícil porque las instituciones que hay de rehabilitación solo enseñan lo básico” así lo expresó Rivera. Pasaron los meses y este hombre decide reactivar aquel proyecto en el que soñó alguna vez y junto con la ayuda de su esposa Omayra Jaime Romero, logró contar con personas que inyectaran para este proyecto.

Resultados

“Cuando uno pierde la vista, el tacto se empieza a desarrollar y ahí fue que empecé a tener más sensibilidad en mis manos” expresó Rivera. Un trabajo que ha nacido a partir del esfuerzo de todos los integrantes de su familia. Putumayo y Huila son uno de sus clientes más importantes para este año.

Orgullo

Por otro lado, su esposa expresó el gran esfuerzo que ha hecho Rivera por sacar adelante y que esta sea conocida en distintas ciudades del país, pues uno de los propósitos es trabajarles a empresas fuera de Ibagué, ya que son ellas las que mayor capital tienen. “Él trabaja, pero con la mente y sus manos” así lo manifestó Yoaima.


Compartir en