En una apuesta por el desarrollo rural y la seguridad económica de los campesinos, ocho productores de ají de los municipios de Dagua, Bolívar, La Unión, Yumbo y Ginebra celebran una victoria silenciosa pero poderosa: vender su cosecha antes de recogerla. Esto fue posible gracias a las Agroalianzas, una estrategia impulsada por la Gobernación del Valle del Cauca en articulación con el Banco Agrario y la empresa Colombina.
Oportunidad
La secretaria de Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Ángela Reyes, explicó que esta alianza representa una oportunidad histórica para el campo vallecaucano. “Nuestros productores accedieron a créditos con tasa compensada del 20% y Colombina se comprometió a comprar los cultivos antes de la cosecha. Esto asegura la venta, elimina intermediarios y fortalece la cadena de valor en las comunidades campesinas”, señaló.
Beneficiados
Una de las voces que da vida a esta transformación es la de Vivian Aramburo, joven agricultora de la zona rural de Ginebra, quien sembró una hectárea de ají Amazon. “Gracias al cultivo he aprendido sobre el ají, sus procesos, y he podido generar empleo para otras personas. Esto ha mejorado mi calidad de vida y la de mis hijos”, expresó con emoción.
Rentabilidad
Vivian destaca que, al vender directamente a Colombina, los productores obtienen mejores precios y mayor estabilidad. “No tenemos intermediarios, eso mejora la economía local. Además, empezamos desde cero: preparación del terreno, sistema de riego, filtros, y la empresa nos proporcionó la semilla. A los cuatro meses ya estábamos recolectando”, explicó. Por hectárea, se pueden obtener entre 18 y 22 toneladas de ají.
Esperanza
Este modelo de trabajo colaborativo no solo garantiza ingresos, sino que también siembra esperanza en el campo. “Agradezco a la Gobernación del Valle, especialmente a la doctora Dilian Francisca Toro, por facilitar estos procesos. Las alianzas con empresas como Colombina hacen que todo sea más fácil y directo para nosotros los pequeños agricultores”, concluyó Vivian.
Respaldo
La experiencia de estos productores demuestra que cuando hay voluntad política, respaldo institucional y compromiso empresarial, el campo florece. Las Agroalianzas no solo están cambiando la forma de cultivar ají, sino también la forma de cultivar futuro en el Valle del Cauca.




