Yasmín Ríos nunca imaginó que aquel 5 de abril del 2022 iba a cambiar para siempre su vida. La joven de 25 años, oriunda del municipio de Santa María, Huila, se accidentó cuando viajaba a Neiva. Lo hacia para tratar de conseguir un empleo en el área de vigilancia. Esperaba poder conseguir recursos para terminar su casa. Desde entonces su caso se convirtió en Negligencia sangre y dolor en Neiva.
Pero en el sector de Guácimo, en la vereda Mesitas, una volqueta, al parecer, que iba en contravía la arrolló. Fue tal el impacto, que su acompañante terminó a más de cinco metros del lugar. Ella quedó inconsciente sobre un charco de sangre y con una de sus piernas destrozadas.
Yasmín lo único que recuerda es que Alejandro Medina, conductor de la volqueta y residente en Palermo estaba intentando huir. Si no fuera por sus suplicas y por algunas personas que pasaban por el lugar, lo hubiera hecho.
Desde entonces Yasmín no ha salido de los centros asistenciales. Denunció que la esposa del señor Medina, quien no tiene ningún parentesco con ella, firmó un documento en la clínica Uros y que después de eso le hicieron una intervención en su pierna que hoy la tiene a punto de perderla. “Ella se hizo pasar como amiga y firmó no sé que papeles, imagínese donde hubiera firmado que me amputaran mi pierna. En la Uros no me quieren dar información sobre eso, este es un caso de Negligencia sangre y dolor en Neiva”, explicó.
A toda esa situación, se le suma la presunta negligencia de la EPS Sanitas que no le ha querido brindar los medicamentos necesarios que necesita para poder frenar una bacteria que contrajo en alguno de las clínicas. El señor de Medina tampoco le ha querido responder y por el contrario, se estaría ‘burlando’ de su situación.
“El 1 de septiembre me hicieron un injerto y ahí todo se complicó, porque a los días se me empezó a caer la piel de mi pierna”. Dijo que ha intentado buscar ayuda de la EPS pero que si en Comfamiliar no le dieron respuesta, ahora que se acabó y la mandaron para Sanitas es peor.
La mujer tuvo que ser remitida al hospital Universitario, donde se encuentra desde hace dos meses esperando que las autoridades de salud le respondan. Teme perder su pierna por la negligencia médica. Señaló que la falta de recursos la afecta y que en Neiva no tiene familiares.
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