
Diana Rocha habló sobre la nueva iniciativa que realizó la Clínica Nuestra a más de 20 menores.
Pasar las festividades navideñas en una clínica se convierte en una experiencia difícil para muchas familias, especialmente cuando la alegría de la temporada contrasta con la preocupación por la salud de un ser querido. En esta época, donde las reuniones y los momentos de unión predominan, los pacientes y sus familiares enfrentan el reto emocional de adaptarse a un ambiente hospitalario. La falta de compañía, el distanciamiento del hogar y la incertidumbre sobre el estado de salud crean un ambiente de nostalgia, evidenciando la importancia de fortalecer el acompañamiento emocional y el apoyo solidario en estas situaciones.

Es por eso que la Clínica Nuestra sorprendió a los niños con la llegada de Papá Noel, esta iniciativa nace con el fin de revivir la alegría y la esperanza tanto de los menores como de sus padres, así lo expresó la gerente del centro médico Diana Rocha, “desde los más pequeños hasta los adultos estábamos llenos de emoción viendo cómo Papá Noel hacía su espectacular ascenso y descenso por las ventanas, este fue un momento que simbolizó la unión, la empatía y la fuerza para seguir adelante” enfatizó la gerente.
Una iniciativa que estuvo a cargo de unas personas especializadas en alturas quienes se encargaron que las personas que estaban realizando el papel de Papá Noel estuvieran totalmente seguros, por otro lado, Rocha expresó que dicha iniciativa nace por el programa de humanización que busca ofrecerles a las personas un cambio de vida que por mucho tiempo han tenido que pertenecer en un centro médico.
A su vez, se pudo conocer que en dicho programa fueron beneficiados 30 niños, quienes celebraron junto a Papá Noel la navidad.
En medio de la soledad que suelen sentir los pacientes en las clínicas durante la temporada navideña, iniciativas llenas de humanidad buscan llevarles alegría. Este año, la visita de Papá Noel se convirtió en un momento especial para muchos. Con regalos, sonrisas y palabras de aliento, Santa Claus recorrió habitaciones llenas de incertidumbre, regalando un poco de esperanza a quienes enfrentan momentos difíciles. Estas actividades no solo alivian la tristeza de quienes pasan estas fechas lejos de casa, sino que también refuerzan el espíritu navideño, recordando que la solidaridad y el cariño pueden iluminar incluso los días más oscuros.


