Colombia envejece: 453.901 nacimientos en 2024, el menor monto en una década

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Durante 2024, Colombia registró la cifra más baja de nacimientos en la década reciente: 453.901 bebés, según los datos publicados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Esta cifra representa una caída del 12 % con respecto al año anterior, y una disminución acumulada de 31,3 % frente a 2015.

El fenómeno no es únicamente estadístico: también refleja transformaciones profundas en las decisiones reproductivas de las familias colombianas, así como cambios estructurales en economía, cultura y dinámicas sociales.


Principales cifras y tendencias

  • En el primer semestre de 2025 ya se evidenció continuidad de la tendencia, con 243.870 nacimientos, lo que equivale a una caída del 6,6 % frente al mismo periodo de 2024.
  • La tasa global de fecundidad (promedio de hijos por mujer) para 2024 se ubicó en 1,1 hijos, muy por debajo del nivel de reemplazo (aproximadamente 2,1).
  • La caída en nacimientos se registró en todos los departamentos del país, aunque con mayor intensidad en territorios con condiciones socioeconómicas más desfavorables, como Vaupés (–21,0 %), Sucre (–20,4 %), Magdalena (–20,2 %) y Vichada (–19,4 %)
  • Entre las jóvenes de 15 a 19 años, la fecundidad bajó un 17,2 % según el informe del DANE citado en la noticia original.

Estas cifras sugieren que no solo menos mujeres están eligiendo tener hijos, sino que también las maternidades en edades tempranas están retrocediendo (aunque aún continúan ocurriendo).


Factores que explican la disminución

Varios elementos convergen para explicar por qué la natalidad cae y la maternidad adolescente se modera:

  1. Económicos y de costo de vida
    La tensión económica, los costos crecientes de vivienda, educación, servicios de salud y el empleo informal generan un entorno en el que muchas parejas deciden postergar o tener menos hijos.
  2. Educación y oportunidades femeninas
    Con mayores oportunidades de educación y empleo para las mujeres, algunas optan por retrasar la maternidad o simplemente tener menos hijos. En particular, la reducción de la maternidad adolescente abre puertas para continuar estudios o desarrollarse laboralmente, lo cual es un factor que sustenta la caída de nacimientos entre adolescentes.
  3. Acceso a métodos anticonceptivos y políticas de salud sexual y reproductiva
    Las mejoras (aunque no uniformes) en el acceso a métodos anticonceptivos modernos, así como campañas de información sexual y reproductiva, pueden contribuir a que mujeres decidan posponer o planificar mejor sus embarazos.
  4. Cambios culturales y sociales
    Las nuevas generaciones muestran cambios en las expectativas de vida: menor énfasis en la familia numerosa, más valor en la realización personal, viajes, estabilidad profesional, calidad de vida, etc.
  5. Transición demográfica acelerada
    Colombia está en una fase avanzada de transición demográfica, en la cual las tasas de natalidad disminuyen más rápido que la mortandad, lo que lleva al envejecimiento poblacional. En este sentido, algunos análisis comparan la velocidad del descenso colombiano con la de países como Corea del Sur.

Implicaciones sociales, económicas y demográficas

La constante caída de la natalidad y la moderación de la maternidad adolescente plantean desafíos y también oportunidades:

  • Envejecimiento poblacional y sistema de pensiones
    Con menos nacimientos, la proporción de personas mayores aumenta, lo que presiona los sistemas de pensiones y seguridad social, al reducirse la base joven productiva.
  • Desafíos para el crecimiento económico
    Una fuerza laboral cada vez menor puede afectar la capacidad del país para sostener niveles de crecimiento, innovación y consumo.
  • Reordenamiento del sistema educativo
    Menos niños implican, en algunos escenarios, menos estudiantes en ciertos niveles, lo que puede modificar la demanda de infraestructura escolar, docentes y recursos públicos.
  • Mejor focalización de políticas sociales
    La caída de maternidad adolescente puede liberar recursos para priorizar otros grupos vulnerables, mejorar calidad educativa o salud de las mujeres que deciden postergar su maternidad.
  • Riesgo de “apertura de brechas” territoriales y sociales
    Las cifras podrían ocultar desigualdades: en zonas rurales o territorios con menos acceso a servicios de salud y educación, la caída puede ser menor o más lenta, perpetuando marginalización.

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