Natalia Ortega, reconocida en el mundo de la calistenia como «Sakura», tiene una destacada trayectoria que la llevó a convertirse en campeona panamericana y en la primera mujer colombiana en representar al país en un campeonato mundial de calistenia, ahora dedica su tiempo a formar a nuevas generaciones.
Desde el parque Santa Catalina, Natalia imparte clases de calistenia tanto para niños como para jóvenes, sin importar su nivel de experiencia. Su enfoque combina disciplina, técnica y motivación, con el objetivo de que cada estudiante descubra su potencial, ya sea con fines competitivos o recreativos. “Quiero que más niñas y niños se enamoren de este deporte. La calistenia me cambió la vida y sé que puede cambiar la de otros también”, afirma Ortega. Más allá del entrenamiento físico, Natalia busca crear comunidad y ofrecer una alternativa positiva a través del ejercicio.




