Casi dos semanas después de que los talibanes tomaran el poder, los bancos de Afganistán siguen cerrados. Eso ha dejado a muchas personas en el país sin acceso a efectivo.
«Nadie tiene dinero», dijo un empleado actual del banco central de Afganistán. El empleado, que hablo de forma anónima debido a los temores por su seguridad, dijo que muchas familias no tienen suficiente dinero para sus gastos diarios y que se han detenido algunos cheques de pago.
Todo esto invoca el espectro de una grave crisis económica y humanitaria en Afganistán, pocas semanas después de la toma del poder por los talibanes.
El desafío central es que la economía de Afganistán depende en gran medida del acceso a divisas y ayuda internacional, la mayor parte de la cual ha estado bloqueada desde la caída de Kabul. Las subvenciones financian un asombroso 75% del gasto público de Afganistán, según el Banco Mundial.
Los bancos de Afganistán todavía están cerrados, días después de que los talibanes ordenaron a ellos y a otros servicios reabrir porque prácticamente se han quedado sin efectivo, dijo la fuente del banco central.
«Tienes una pila de cartas que están a punto de caer», le dijo una persona familiarizada con la situación de la economía afgana. «Tan pronto como se abran los bancos, se expondrá lo frágil que es el sistema».
«Afganistán y su sector bancario se encuentran en un ‘punto de quiebre existencial’ donde el colapso del sector bancario está a la mano», se lee en un memorando del 23 de agosto enviado por la Cámara de Comercio Afgano-Estadounidense. El memorando fue escrito por un grupo de trabajo bancario y financiero compuesto por los principales bancos comerciales, clientes e inversores afganos.
El banco central de Afganistán, la base de su sistema financiero, parece estar en desorden.
A muchos empleados actuales del banco central afgano no se les ha permitido regresar a la oficina desde que los talibanes tomaron el poder, dijo la fuente del banco central afgano.
«Mis compañeros de trabajo están preocupados por su poco claro destino», aseguró la fuente.
El memorando de la Cámara de Comercio Afgano-Estadounidense indicó que al menos hasta el 23 de agosto, los líderes del banco central «se negaron a responder cualquier comunicación» de la industria bancaria. Las solicitudes de efectivo del banco central no fueron atendidas, dice el memo
El grupo bancario afgano dijo que decidió cerrar todos los bancos en todo el país el 15 de agosto y no ha vuelto a abrir por temor a una «corrida» de los clientes por depósitos.
Otro factor citado en ese memorando del 23 de agosto fue el hecho de que los talibanes no fueron nombrados un nuevo gobernador del banco central. Más tarde ese día, los talibanes designaron a Haiji Mohammad Idris como gobernador interino del banco central, según informes de los medios.
Poco se sabe sobre el nuevo jefe del banco central. Parece ser un leal sin el tipo de currículum o capacitación que inspiraría confianza en el sistema bancario afgano.
