“Nadie se atreverá a amenazarnos a este ritmo: Petro destaca el impacto tecnológico y estratégico de la llegada de los aviones Gripen.”

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En el aniversario número 106 de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, el presidente Gustavo Petro presentó los alcances militares, tecnológicos, sociales y geopolíticos de la adquisición de entre 16 y 18 aviones Gripen E/F fabricados por Saab. Esta compra reemplazará a los Kfir, aeronaves con más de cincuenta años de servicio, y marca uno de los saltos tecnológicos más importantes en la historia de la aviación militar colombiana.

Petro ubicó la decisión dentro de un escenario global tensionado, donde —según él— los Estados necesitan fortalecer su capacidad de disuasión, ya que los principios del derecho internacional se han debilitado y los conflictos se expanden rápidamente. En ese contexto, afirmó que el país debe modernizarse para no quedar rezagado en capacidades aeroespaciales y para protegerse de amenazas externas e internas.

El presidente destacó que la adquisición va más allá del aspecto militar: incluye un amplio paquete de transferencia tecnológica para sectores civiles. Entre las compensaciones pactadas con Suecia se encuentran tecnologías para paneles solares flexibles, equipamiento médico avanzado para el Hospital San Juan de Dios y sistemas de desalinización que serán instalados en La Guajira para garantizar el acceso a agua potable. Para Petro, estas tecnologías permitirán fortalecer un sistema científico descentralizado y ampliar la soberanía energética e hídrica.

También resaltó que los Gripen permitirán desarrollar capacidades nacionales de mantenimiento y reparación, reduciendo la dependencia extranjera y elevando la autonomía tecnológica del país. A diferencia de los Kfir, los Gripen incorporan un diseño modular, un radar AESA avanzado, sensores infrarrojos pasivos, guerra electrónica de última generación y la posibilidad de reconfigurar la aeronave según el tipo de misión. Estas características, sumadas a tiempos de reabastecimiento y rearme cercanos a 20 minutos, representan un avance operativo sin precedentes para la Fuerza Aeroespacial.

Petro aprovechó el evento para exponer su visión sobre las causas actuales de la violencia interna y el auge del narcotráfico, al que definió como un problema global que requiere respuestas multilaterales. Mencionó avances recientes contra las disidencias del Estado Mayor Central, destacando neutralizaciones e incautaciones, y señaló que la lucha contra el narcotráfico debe incluir reformas internacionales y un enfoque humano frente al crecimiento de las drogas sintéticas.

Sobre el proceso de compra, el mandatario aseguró que tomó tres años y que enfrentó intentos de presión y “guerra sucia empresarial”, pero afirmó que el Gobierno blindó la negociación para garantizar transparencia. Según el presidente, el contrato se pagará progresivamente en los próximos años y abre una etapa de modernización que el país no había alcanzado en décadas.

Finalmente, Petro resumió su visión estratégica señalando que, con esta modernización, Colombia tendrá mayores capacidades de defensa y disuasión:
“A este ritmo, nadie se atreverá a amenazarnos ni dentro ni fuera del país.”


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