Deportes Tolima y Atlético Nacional empataron sin goles en un partido marcado por la tensión, la pierna fuerte y las expulsiones, disputado en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué. Aunque el marcador no se movió, el duelo dejó mucha tela para cortar, especialmente por las dos tarjetas rojas que condicionaron desde muy temprano al equipo visitante, que terminó jugando con solo nueve hombres.
El encuentro apenas comenzaba cuando Nacional sufrió su primer golpe: Mateus Uribe vio la tarjeta roja directa al minuto 10 por una fuerte entrada en la mitad del campo. La decisión del árbitro fue protestada por el banquillo antioqueño, pero el VAR ratificó la acción. Con un hombre menos, el equipo dirigido por Javier Gandolfi debió reorganizarse rápidamente para contener a un Tolima que se adueñó de la posesión.
Sin embargo, la noche se complicó aún más para los verdolagas cuando, al minuto 33, el lateral Camilo Cándido fue expulsado tras doble amarilla. Con esta segunda roja, Nacional quedó con nueve jugadores y más de una hora por disputar, en un ambiente adverso y ante un rival que presionó con intensidad buscando abrir el marcador.
A pesar de la superioridad numérica, Tolima no logró aprovechar la ventaja. El conjunto pijao generó algunas aproximaciones, pero se encontró con una defensa aguerrida y un arquero bien parado bajo los tres palos. Nacional, por su parte, renunció por completo al ataque y se replegó con disciplina, resistiendo como pudo hasta el pitazo final.
El empate, aunque sin goles, supo a victoria para el cuadro visitante por las circunstancias que debió afrontar. Para Tolima, en cambio, fue una oportunidad desperdiciada de sumar tres puntos ante un rival muy disminuido. El público en Ibagué reconoció el esfuerzo, pero también lamentó la falta de contundencia ofensiva.
Con este resultado, Nacional llega a ocho puntos en el campeonato en la quinta casilla, , mientras que Tolima se mantiene en la casilla ocho con siete unidades. El partido dejó claro que, aunque el torneo apenas comienza, las expulsiones y la falta de efectividad pueden marcar el rumbo de cualquier equipo.
