Lo que empezó como un rumor en redes sociales durante la tarde del lunes se convirtió en certeza pocas horas después: Atlético Nacional tomó la decisión de finalizar el ciclo de Javier Gandolfi como entrenador. El club oficializará la noticia este martes mediante un comunicado, confirmando así la ruptura con un proyecto que nunca logró consolidar una idea futbolística atractiva ni estable.
El técnico argentino dirigió 51 partidos con un rendimiento del 54 %, cifra que lo dejó por debajo de Efraín Juárez, quien alcanzó un 63 % de efectividad y dos títulos, y de Pablo Repetto, que cerró con un 55 %. La falta de regularidad, la ausencia de identidad futbolística y las eliminaciones en Copa Libertadores y Liga BetPlay minaron su respaldo en un entorno altamente exigente.
El capítulo final estuvo marcado por la derrota frente a Atlético Bucaramanga, en un partido donde Nacional jugó todo el segundo tiempo con ventaja numérica, pero nunca logró revertir el marcador.
Errores reglamentarios y cuestionamientos internos aceleraron la salida
Además del bajo desempeño deportivo, Gandolfi quedó señalado por un error insólito al poner en cancha cuatro jugadores extranjeros simultáneamente, incumpliendo el reglamento de la Dimayor. La infracción provocará que Nacional pierda el partido en los escritorios por 3-0, lo que evidenció falta de atención en un cuerpo técnico ya debilitado.
La directiva tampoco estuvo unida en torno a su continuidad, pues el técnico no logró los objetivos trazados: avanzar a cuartos de final de Libertadores ni disputar la final de la Liga en el primer semestre. La hinchada, cansada de irregularidad, también presionó por un cambio inmediato.
Diego Arias asume interinamente mientras se define el reemplazo
En medio de la incertidumbre, Diego Arias asumirá como técnico encargado mientras la junta directiva define al nuevo estratega, quien tendrá la obligación de recuperar el protagonismo deportivo. El próximo cuerpo técnico no solo deberá competir por los títulos de Liga y Copa BetPlay, sino también devolverle al equipo un estilo ofensivo y dominante, capaz de generar identidad en la cancha y confianza en la tribuna.
La salida de Gandolfi abre un nuevo capítulo en la historia del club. Atlético Nacional enfrenta nuevamente el reto de reconstruir un proyecto deportivo que esté a la altura de su grandeza y de la exigencia de su hinchada, que demanda resultados acompañados de buen fútbol.




