Atlético Nacional dio un golpe de autoridad en el Atanasio Girardot al vencer 4–1 a América de Cali en el partido de ida de la semifinal de la Copa Colombia. Bajo la dirección técnica interina de Diego Arias, el equipo verdolaga mostró una versión sólida, equilibrada y con una convicción que reanimó a su afición. El resultado no solo le otorga una amplia ventaja en la serie, sino que también refuerza la confianza interna en un momento de reconstrucción deportiva.
Desde el inicio del encuentro, Nacional impuso las condiciones del juego con intensidad, orden y una clara intención de controlar cada fase del partido. Su propuesta táctica, basada en la posesión inteligente y la presión sostenida, desarmó progresivamente al rival y permitió construir un triunfo que se gestó desde la solidez colectiva. Fue una noche en la que el equipo pareció reencontrarse con su identidad futbolística y su espíritu competitivo.
El Atanasio vivió un ambiente de fiesta. La hinchada verdolaga acompañó con cánticos y banderas un desempeño que devolvió la ilusión a un grupo que venía en transición. El marcador final reflejó lo que ocurrió en el campo: un Nacional superior en actitud, funcionamiento y efectividad, que aprovechó cada momento para inclinar la serie a su favor.
Al término del compromiso, Diego Arias, técnico encargado del cuadro antioqueño, destacó la madurez del grupo y el compromiso mostrado en el terreno de juego. “La clave estuvo en la actitud y en la disciplina. Este equipo entendió que cada balón y cada jugada cuentan. Sabemos que la serie no está cerrada, pero dimos un paso importante”, señaló el estratega, que ha logrado transmitir serenidad y confianza en medio del proceso de transición técnica.
El triunfo tiene un valor especial, no solo por la magnitud del marcador, sino por el contexto competitivo y emocional que atraviesa el club. Nacional demostró que, aun en momentos de cambio, conserva la jerarquía que lo ha hecho grande en el fútbol colombiano. El trabajo de Arias, enfocado en la cohesión del grupo y en recuperar la mentalidad ganadora, comienza a reflejarse de manera evidente.
Con esta victoria, Atlético Nacional viajará al duelo de vuelta con una ventaja considerable y con el respaldo de una afición que volvió a creer. El equipo paisa supo responder al desafío con fútbol, carácter y un mensaje claro: el “Rey de Copas” no se rinde y está dispuesto a pelear cada torneo con la grandeza que lo distingue.
El marcador de 4–1 no solo lo acerca a una nueva final de Copa Colombia, sino que deja una sensación de renacimiento deportivo. Bajo la dirección de Diego Arias (DT E), Nacional encontró nuevamente su rumbo, devolviendo esperanza y orgullo a su hinchada, que ya sueña con ver a su equipo una vez más levantando un título.

															


