El compromiso por una educación integral no solo está en las aulas. En los últimos meses, en varias instituciones del sur de Pasto ha comenzado a tejerse una red de padres de familia que, como líderes comunitarios, están tomando un rol activo en la formación emocional y social de los estudiantes. Su objetivo: combatir el bullying, la depresión, las malas influencias y fomentar entornos sanos para el crecimiento juvenil.
La estrategia, que ha sido impulsada por comités de padres, docentes y orientadores escolares, busca formar a padres y madres como figuras multiplicadoras en sus comunidades. A través de talleres, charlas, grupos de apoyo y actividades escolares, se capacita a los cuidadores en temas como inteligencia emocional, comunicación asertiva, prevención del consumo de sustancias, redes de apoyo y mecanismos para identificar señales de alerta en sus hijos.
Trabajo conjunto
“Estas estrategias son muy buenas para combatir estos actos que tanto daño le hacen a nuestros hijos”, expresó Albert Salazar, padre de familia y uno de los líderes de esta iniciativa. Salazar agregó que la clave está en el trabajo conjunto y en el compromiso de toda la comunidad educativa. “Los padres no podemos delegar todo al colegio. Nosotros también somos responsables del bienestar emocional de nuestros hijos”, dijo con convicción.
En el Colegio Integrado del Sur, una de las instituciones pioneras del proyecto, ya se han realizado tres encuentros con más de 50 padres asistentes. Las sesiones no solo abordan temas de prevención, sino también de crecimiento personal, pues muchos adultos reconocen que también necesitan apoyo para educar mejor a sus hijos en tiempos de cambios y desafíos sociales.
Fortalecimiento
La estrategia ha sido bien recibida por los estudiantes, quienes han empezado a notar cambios en sus hogares y en el ambiente escolar. Algunos docentes reportan que el clima en los salones ha mejorado notablemente y que los estudiantes se sienten más escuchados. “No es solo evitar el bullying, también es fortalecer a nuestros jóvenes desde casa”, explicó una orientadora escolar que acompaña el proceso. Según ella, los niños y adolescentes necesitan referentes claros, límites sanos y entornos donde se sientan valorados y seguros.




