“Él desde hace meses venía presentando un cáncer en el estómago; esa situación complicó su estado de salud a tal punto que tuvo que ser sometido a varios tratamientos especializados en distintos centros asistenciales de Popayán y otras regiones”, indicó uno de los amigos del señor Sergio Garzón, un destacado taxista que murió tras no superas sus dolencias.
El compañero agregó que Sergio era una persona muy amable, servicial y comprometida con sus labores. “La gente lo quería mucho por ser un buen taxista, manejaba con prudencia y responsabilidad. No conducía a alta velocidad y respetaba las normas de tránsito; decía que de esa manera se protegía la vida de los pasajeros y propia”.
Despedida
Era un tipo que le daba algunos consejos a los demás colegas: “Los taxistas que respetan estas normas hacen entender al usuario que es un buen conductor, generando así más confianza al sentirse seguro de poder hacer sus viajes sin problemas ni preocupaciones”.
Su cuerpo fue velado en su casa de residencia ubicada en la carrera 6 del barrio Boyacá. “Hoy todos nos encontramos conmocionados por tu partida, pero también nos sentimos agradecidos con Dios por haberte conocido y por todos los momentos inolvidables que disfrutamos a tu lado”.
