Murió por procedimiento estético

Ana Clared Leguizamón, de 53 años falleció luego de someterse a una cirugía plástica.
[responsivevoice_button voice="Spanish Latin American Male" buttontext="Escuchar Noticia"]
Compartir en

El municipio de Granada, capital del Ariari, se encuentra en shock tras el fallecimiento de Ana Clared Leguizamón Ramírez, una enfermera de 53 años, luego de someterse a una lipectomía abdominal en la IPS TransformArte. Este trágico incidente ha reavivado las preocupaciones sobre la seguridad y la calidad de los procedimientos estéticos en la región.

Ana Clared Leguizamón Ramírez, quien desempeñaba su labor en la Secretaría de Salud del Guaviare, como auxiliar de enfermería confió en los servicios de la Clínica de Cirugía Estética y Plástica TransformArte IPS, ubicada en la Calle 15 con carrera 22 del barrio Camilo Torres de Granada.

La mujer había pagado para someterse a un proceso quirúrgico que la Clínica brindaba, llamado Lipo Lipectomía, que se encuentra dentro de los procedimientos a realizar en la categoría de Lipoescultura que dicha IPS brinda a día de hoy.

Sin embargo, su decisión de someterse a esta intervención se convirtió en una tragedia cuando salió de la clínica en un estado crítico de salud y fue remitida al Hospital Local de Granada, donde lamentablemente falleció a pesar de los esfuerzos médicos por estabilizarla.

Este no es el primer caso de presunta negligencia en la IPS TransformArte, ya que anteriormente se registraron otros incidentes similares. La comunidad médica y la ciudadanía en general han expresado su preocupación y exigen respuestas claras por parte de las autoridades de salud.

Según la declaración del esposo de Ana Clared, el procedimiento estuvo a cargo del médico Carlos Andrés Aguirre García, quien también ejerce en Villavicencio. Esta información ha aumentado las interrogantes sobre la competencia y la ética profesional en la realización de este tipo de intervenciones.

La Secretaría de Salud departamental ha sido instada a tomar medidas concretas para garantizar la seguridad y la calidad de los procedimientos estéticos en la región. Se espera un pronunciamiento oficial y acciones contundentes que aseguren que tragedias como la de Ana Clared no se repitan en el futuro.

Este triste suceso plantea importantes debates sobre la regulación y supervisión de las clínicas de cirugía plástica y medicina estética, resaltando la necesidad de una mayor vigilancia y responsabilidad por parte de las instituciones de salud para proteger la integridad y la vida de los pacientes.


Compartir en