MURIÓ POR DEFENDERSE

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En el Centro Poblado de Charguayaco- Pitalito

Nelson Guzmán Saavedra era un hombre conocido y respetado en la vereda Zanjones, ubicada en el corregimiento de Charguayaco, en el municipio de Pitalito, Huila. Su trabajo como caficultor no solo le permitió ganarse la vida, sino que también lo convirtió en un líder comunitario que contribuyó al bienestar de los habitantes de la región. Guzmán Saavedra formaba parte de la red de apoyo «Los Halcones», un grupo de ciudadanos comprometidos con la seguridad y el apoyo mutuo en la zona.

Sin embargo, la vida de este hombre ejemplar terminó de manera trágica en un violento incidente que ocurrió el domingo 8 de diciembre. La noticia de su fallecimiento conmovió a toda la comunidad local, que lamenta profundamente la pérdida de una figura que no solo representaba a los caficultores, sino también a aquellos que buscaban mejorar la calidad de vida de su comunidad.

El atraco a plena luz del día

Nelson Guzmán Saavedra fue víctima de un acto de violencia conocido como «fleteo», un delito que se ha incrementado en varias regiones del país. Este tipo de robos ocurre cuando delincuentes siguen a sus víctimas desde que retiran grandes sumas de dinero de bancos o entidades financieras, esperando el momento adecuado para asaltarlas. En este caso, el caficultor se encontraba viajando como pasajero en un vehículo taxi, cuando fue interceptado por los atacantes.

El hecho ocurrió en plena luz del día en el municipio de Pitalito, lo que generó una gran alarma entre los habitantes. Los delincuentes se enfrentaron a tiros con los ocupantes del taxi, provocando un tiroteo que dejó como saldo la muerte de un hombre conocido con el alias de «Bambi», identificado preliminarmente como Iván Darío Salazar. Este individuo también había estado involucrado en el incidente violento.

Luchó por su vida

Nelson Guzmán Saavedra, quien era parte activa de «Los Halcones», resultó gravemente herido durante el tiroteo. A pesar de la gravedad de sus heridas, fue trasladado de inmediato al Hospital San Antonio en Pitalito, donde fue atendido con urgencia. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos médicos por estabilizar su estado, el caficultor no logró superar la magnitud de las lesiones sufridas.

El domingo 8 de diciembre, tras varias horas de lucha, se confirmó su deceso en el hospital. La comunidad de Charguayaco y sus allegados lamentaron profundamente la muerte de un hombre que, además de ser un referente del sector caficultor, también era un gran promotor de la seguridad y la cooperación en su entorno.


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