En las últimas horas, se confirmó el fallecimiento de Elí Mejía Mendoza, conocido como alias ‘Martín Sombra’, a los 87 años en el Hospital El Tunal de Bogotá, donde permanecía bajo custodia del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) debido a múltiples patologías.
Mejía Mendoza, apodado el ‘carcelero de las FARC’, fue una figura emblemática de la antigua guerrilla. Ingresó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 1966 y rápidamente se convirtió en uno de los hombres de confianza de Manuel Marulanda Vélez, alias ‘Tirofijo’. Fue responsable de la custodia de secuestrados de alto perfil, entre ellos Ingrid Betancourt, Clara Rojas y Alan Jara, quienes permanecieron retenidos en condiciones extremas.
Durante su trayectoria en las FARC, ‘Martín Sombra’ fundó varios frentes guerrilleros en regiones como Meta, Vichada, Arauca, Cundinamarca y Boyacá. Su rol en la organización también incluyó la construcción de campamentos de detención donde mantenían a los secuestrados.
Capturado en 2008 tras un viaje a Venezuela, fue condenado por múltiples delitos, incluyendo secuestros masivos y tomas guerrilleras. A pesar de haberse acogido a la Ley de Justicia y Paz, continuó enfrentando procesos judiciales hasta sus últimos días.
Ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), ‘Martín Sombra’ confesó su participación en diversas acciones violentas, incluyendo la masacre de Mapiripán en 1997, y reveló detalles de entrenamientos en los que participaron menores de edad.
Su muerte marca el fin de la vida de una de las figuras más controvertidas de la antigua guerrilla, dejando un legado de violencia y dolor en la memoria colectiva de Colombia.
