Murió joven accidentado en Puerto Gaitán

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Una tragedia marcó a la familia de Yeison Camilo González Díaz, un joven de 23 años quien sufrió un accidente de tránsito cerca de las nueve de la noche del 30 de octubre en Puerto Gaitán. Según su familia, Camilo falleció el 1 de noviembre, a las cuatro de la tarde, después de luchar por su vida en una unidad de cuidados intensivos en Villavicencio.

Versiones

Camilo, aseguran sus seres queridos, no participaba en la caravana que se llevaba a cabo en el municipio en la víspera de Halloween, evento que suele congregar a decenas de motociclistas en las calles de Puerto Gaitán. “Él se dirigía a su casa cuando, según algunas versiones, fue impactado en la parte trasera de su motocicleta”, explicó un allegado. Ese golpe habría provocado que el joven perdiera el control y cayera al suelo en medio del tráfico.

La situación se agravó cuando, debido a la gran cantidad de vehículos y motocicletas presentes, algunos alcanzaron a pasarle por encima, lo que le ocasionó severas lesiones craneales. De inmediato, Camilo fue trasladado al centro asistencial local, pero debido a la gravedad de sus heridas, tuvo que ser remitido a Villavicencio en estado crítico. A pesar de los esfuerzos médicos, la vida del joven no pudo ser salvada.

Descontrol

Esa misma noche, el centro de salud reportó un aumento de accidentes de tránsito, todos aparentemente relacionados con la caravana de Halloween. Ante la situación, las autoridades locales decidieron prohibir estas manifestaciones en las calles al día siguiente, el 31 de octubre, con la esperanza de evitar más incidentes. Sin embargo, a pesar de las advertencias y la amenaza de sanciones, muchas personas desafiaron la medida y continuaron realizando caravanas, poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás.

La familia de Yeison Camilo atraviesa el dolor de esta trágica pérdida y busca respuestas. Hasta el momento, desconocen la identidad de los responsables implicados en el accidente y la falta de claridad en los hechos los inquieta profundamente. “No es justo que alguien se vaya de esta forma y no haya nadie que responda”, expresó uno de sus familiares.

Este caso deja en evidencia la necesidad de un mayor control y responsabilidad en eventos masivos que implican el uso de vehículos, especialmente en fechas festivas donde la euforia puede desbordarse y poner en riesgo la seguridad de los participantes y transeúntes. La familia de Yeison Camilo pide justicia y que las autoridades den con los responsables, no solo por la memoria de su ser querido, sino también para prevenir que más familias tengan que pasar por un dolor semejante.


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