El indígena Hernando Pascal Pai, de 49 años y miembro del pueblo Awá, murió en medio de un arduo traslado por trochas y caminos selváticos del municipio de Barbacoas, Nariño, cuando sus familiares intentaban llevarlo a un centro de salud ante su delicado estado de salud.

Su primo, Javier Ramiro Wanga, relató la difícil odisea que vivieron al cargarlo sobre una chakana o camilla improvisada, durante más de 15 horas de caminata bajo intensas lluvias, cruzando ríos y quebradas. “Lo llevamos en hombros, porque en nuestros caminos no llegan las ambulancias. Lo acompañamos con lágrimas porque el Estado no acompaña nuestros pasos”, expresó Wanga, evidenciando el abandono que sufre la comunidad Awá en materia de infraestructura vial y atención en salud.
Hernando Pascal, quien también integraba la Guardia Indígena y vivía en el resguardo El Gran Sábalo, falleció antes de llegar al puesto de salud. “Un gran ser humano se ha ido, por cierto, un gran minguero. En la Colombia olvidada seguimos cargando la vida, el dolor y la esperanza”, lamentó su primo.
Durante el trayecto, Wanga recordó que la comunidad lleva más de 35 años solicitando vías de acceso sin recibir respuestas efectivas. “Hemos buscado alianzas con el gobierno local y departamental, pero los sueños han sido fallidos. Incluso con el gobierno del cambio no hemos visto avances reales”, afirmó.
La Unidad Indígena del Pueblo Awá (Unipa) lamentó el fallecimiento de Pascal Pai y destacó su compromiso y servicio a la comunidad: “Su ejemplo de fortaleza permanecerá en la memoria del pueblo Awá”.
Por su parte, la Consejería de Educación Awá expresó su indignación ante la tragedia: “Es doloroso perder a nuestros compañeros por no tener vías de acceso que permitan sacar oportunamente a nuestros enfermos a un hospital”.
El caso vuelve a poner en evidencia las precarias condiciones de salud, conectividad y atención estatal que enfrenta el pueblo Awá en el suroccidente de Colombia.




